
Redacción de Latinocalifornia.com
Con lágrimas, pero también con sonrisas y música, familiares, amigos y miles de seguidores de la desaparecida cantante Jenni Rivera se congregaron hoy en los Estudios Universal de Burbank, California, para darle el último adiós y celebrar su vida y su legado artístico.
En el homenaje estuvieron presentes los padres de Jenni Rivera, sus hermanos y sus hijos, así como numerosas estrellas del mundo artístico que acudieron para rendirle homenaje, entre ellos Olga Tañón, Joan Sebastián, Angélica Rivera, Marco Antonio Solís, Kate del Castillo y Ana Gabriel.
La emotiva ceremonia, a la que bautizaron como la “graduación celestial” de Jenni se inició cuando el hermano mayor de la intérprete, Pedro Rivera Jr. quien es pastor cristiano, dio la bienvenida a los asistentes al anfiteatro Gibson y señaló que ese servicio estaba dedicado a ella para celebrar su vida.
“El propósito de Dios para Jenni se ha cumplido. Dios la quiso prestar 43 años a nuestras vidas, la disfrutamos”, aseguró.
En el centro del anfiteatro, que tiene capacidad para casi 6,200 personas, se colocó un ataúd rojo rodeado de centenares de rosas blancas. Al fondo, una pantalla gigante mostraba imágenes de la llamada Diva de la Banda, mientras una banda interpretaba algunos de sus mayores éxitos.
Miles de personas se quedaron afuera del anfiteatro porque no alcanzaron boleto para entrar. Desde ahí, entonaban algunas de sus canciones y no dejaban de gritar, al igual que la multitud de adentro, “¡Jenni, Jenni, Jenni!”.
En el homenaje, que duró dos horas y media, cantó La Chiquis, hija mayor de la cantante, así como su hermano Lupillo Rivera, Olga Tañón y Joan Sebastián, quien interpretó “Más allá del sol”. Por su parte, Ana Gabriel cantó “Paloma negra”.
En medio de la tristeza que embargaba a los asistentes, los familiares de la llamada también Gran Señora, se esforzaron por darle un toque de esperanza y optimismo a la ceremonia. “No estamos aquí para lamentar la muerte. Estamos aquí para celebrar la vida y la graduación de una cantante y artista, una diva, una luchadora, una empresaria, una filántropa, pero sobre todas las cosas, una madre, la mejor madre”, expresó con emoción Michael, el hijo de 21 años de Jenni.
Acto seguido, Michael pidió unos minutos de silencio por las víctimas de la masacre en la escuela Sandy Hook, en Newtown, Connecticut, donde fueron asesinados 20 niños y seis adultos.
Uno de los momentos más dramáticos de la “graduación celestial” de Jenni fue cuando su hijo menor, Johnny, de apenas 11 años, manifestó:
“Mamá, he estado llorando mucho estos días. Te extraño mucho. Espero que estés cuidando de mi papá y espero que él esté cuidando de ti”.
Juan López, padre del pequeño, fue el segundo esposo de Jenni de quien se divorció en 2003 y murió a mediados de 2009.
Jenni estaba casada con el exbeisbolista Esteban Loaiza, a quien le había pedido el divorcio hace varios meses.
La cantante de origen mexicano nació en Long Beach, California, era madre de cinco hijos y tenía dos nietos.
Estaba en la cima de su carrera cuando el pasado 9 de diciembre se desplomó el avión en el que viajaba de Monterrey a Toluca. Las seis personas que la acompañaban también murieron. El accidente está bajo investigación.
Rivera vendió más de 15 millones de discos y fue nominada al Grammy en tres ocasiones. Millones la admiraban por su franqueza para hablar de sus problemas personales y por sus interpretaciones en las que reivindicaba a las mujeres. Además de ser cantante, Rivera participó en varios programas como “I Love Jenni” y “La Voz…México”.
El entierro de la intérprete será privado.