
Los Ángeles, 17 de junio. –En una de las protestas más grandes realizadas por trabajadores de tiendas de autoservicio en los últimos años, alrededor de mil empleados de El Súper y miembros de la comunidad que los apoyan, marcharon hoy sobre el boulevard York en Highland Park hasta llegar a la tienda para manifestarse en contra de las violaciones a las leyes laborales de Estados Unidos y la falta de respeto hacia los trabajadores y sus demandas de mejores condiciones de trabajo.
Los manifestantes, quienes gritaban consignas y sostenían pancartas en las que se leía: “¡Reinstalen a Fermín Ahora!”, entregaron cajas que contenían las firmas de casi 25 mil simpatizantes que firmaron una petición en línea exigiendo la reinstalación del trabajador Fermín Rodríguez, un activista sindical que fue ilegalmente despedido de la cadena de tiendas hace seis meses.
“La compañía me despidió como una forma de intimidar a mis compañeros de trabajo para acallarlos”, indicó Fermín Rodríguez quien trabajó como cajero durante 9 años en la tienda El Súper #13, en el Sur de Los Angeles. “Estamos aquí el día de hoy para decir a la compañía que ya no vamos a quedarnos callados y que nosotros merecemos un salario que nos permita comprar comida para nuestras familias; el derecho a permanecer en nuestras casas cuando estamos enfermos y tiempo completo garantizado a quienes estén dispuestos a trabajar”, agregó.
Además de la reinstalación de Fermín Rodríguez los manifestantes demandaron que El Súper regrese a la mesa de negociaciones para acordar con el sindicato un contrato justo. Aproximandamente 600 empleados de El Súper, representados por el Sindicato de Trabajadores de la Industria de Alimentos y el Comercio (UFCW) que laboran en siete tiendas de la empresa, han estado sin un contrato sindical desde septiembre del 2013. La compañía ha dado la espalda a los empleados que buscan mejores condiciones de trabajo, al negarse a por lo menos regresar a la mesa de acuerdos.
“Ya es tiempo de que El Súper despierte y tome en serio los problemas de nuestros hermanos y hermanas del sindicato”, dijo el Presidente de la Federación del Trabajo de California, Art Pulaski. “¿Cuáles son sus problemas?: Salarios de acuerdo al nivel de vida, pago adecuado en caso de enfermedad para que estos trabajadores encargados del expendio de alimentos no manejen la comida de la comunidad cuando están enfermos. Suficientes horas de trabajo garantizadas para que los pagos de los trabajadores se traduzcan en niveles de vida dignos y sobre todo, el respeto que sólo se desprende de un contrato sindical justo”, añadió.
En abril, el gobierno de Estados Unidos emitió una queja legal en contra de las prácticas de El Súper consistentes en “interferir con, restringir y ejercer coerción” en contra de los empleados que luchan por sus derechos, incluyendo el despido de Fermín Rodríguez, así como su negativa a negociar con los locales sindicales de la UFCW.
La queja legal argumenta que todos los niveles de la administración –incluyendo al Presidente y Director Ejecutivo de la empresa, Carlos Smith- participaron en las tácticas ilegales de la compañía.
Entendiendo la importancia de una acción inmediata para abordar estas preocupaciones, la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB) sometió este mes documentos en una corte federal en busca de una inusual orden judicial de medidas cautelares exigiendo a El Súper reinstalar inmediatamente a Fermín Rodríguez con goce de sueldos caídos, regresar a las negociaciones contractuales con el sindicato y restaurar los beneficios modificados ilegalmente, incluso antes de que concluya el juicio.
“Los trabajadores, la comunidad y ahora el gobierno federal están haciendo un llamado a la compañía para que cumpla su obligación legal y moral de dejar de intimidar a sus empleados y regresar a las negociaciones para lograr un contrato sindical”, dijo Ricardo Icaza, Presidente del Local 770 de la UFCW. “Estos hombres y mujeres que trabajan duro, simplemente quieren poder adquirir lo necesario para ellos y su familia: alimentación, vivienda, atención médica y educación. Sin embargo, El Súper se niega a reconocer las contribuciones de los trabajadores a la prosperidad de las tiendas”, agregó.
El sindicato UFCW inició un boicot a El Súper en diciembre del 2014 en respuesta al maltrato de trabajadores y sus prácticas laborales injustas. Además del amplio apoyo de la comunidad a la accción de este miércoles, más de cien organizaciones comunitarias y sindicatos hermanos han respaldado el Boicot a El Súper. Varios grupos comunitarios se han enfocado en denunciar no solamente el maltrato a los trabajadores sino también la falta de respeto de las tiendas hacia los consumidores.
En las tiendas de El Súper se han encontrado más de 720 violaciones documentadas al código de salubridad en Los Angeles y condados vecinos, desde febrero del 2014. Las líneas de protesta que piden a los clientes apoyar el boicot han logrado que más de cien mil potenciales consumidores dejen de comprar en las tiendas.
“El Súper ha demostrado indiferencia hacia los trabajadores y la comunidad”, indicó Isela Gracián, Presidenta de la Corporación Comunitaria del Este de Los Angeles. “La compañía necesita cambiar para recuperar nuestra confianza, nuestro apoyo y dinero”, añadió.
La empresa filial de El Súper, con sede en la ciudad de Paramount, opera 50 tiendas en California, Nevada y Arizona. Es propiedad del Grupo Comercial Chedraui, la tercera cadena de supermercados más grande de México.