
México, 29 nov (EFE).- México abogó hoy por realizar un “debate serio” y una “discusión responsable” por el impacto que generan más allá de las fronteras de cada nación las políticas de tolerancia en el consumo de la drogas.
“El mercado de drogas ilícitas es un mercado global, y lo que ocurre en un lugar tiene incidencia en otro”, afirmó en una rueda de prensa la secretaria (ministra) de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa.
La alta funcionaria, en un contacto final con los periodistas antes de que asuma el próximo sábado la nueva administración presidida por Enrique Peña Nieto, se refirió al tema después que los estados de EE.UU. Colorado y Washington decidieran este mes en votación despenalizar el consumo recreativo de la marihuana.
Esta decisión ha creado una fuerte polémica en México porque los expertos consideran que cambia las reglas del juego en los vínculos con Estados Unidos y porque pone en jaque la lucha contra los grupos de narcotraficantes mexicanos.
Sin aludir directamente a la votación en Colorado y Washington, Espinosa dijo que hay ciertas “políticas de tolerancia” en el tema “que no están acorde con lo que establecen las convenciones internacionales”.
Estas convenciones “claramente establecen las obligaciones de todos los estados de penalizar el uso y comercialización de ciertas sustancias”, agregó Espinosa.
“Tenemos un marco jurídico internacional que establece una manera de abordar este problema, que no ha sido observado plenamente y que cada vez está siendo erosionado más, y que cada vez hay una mayor inquietud sobre la necesidad de cambiarlo”, insistió.
La decisión de los dos estados norteamericanos se adoptó en medio de un debate regional sobre la necesidad de revisar la posible despenalización del consumo de drogas blandas para evitar, entre otros efectos, la violencia asociada al tráfico ilegal de estupefacientes.
Espinosa dijo que, frente a esta situación de tolerancia en algunos países, que no citó, es necesario tener “una discusión responsable”, sin que ello signifique que México esté apoyando “una política de legalización, de total apertura”.
“Simplemente, lo que se está planteando es la necesidad de que haya un análisis serio”, añadió la alta funcionaria.
Es un tema, señaló, que debe analizarse desde el punto de vista económico, de la salud y del impacto social, y también en cuanto a la cooperación internacional.
“No hay que confundir este debate con la idea de que una eventual legalización pudiera llevar a que el Estado renuncie a luchar contra el crimen organizado”, afirmó Espinosa, quien dijo que los Gobiernos “no pueden evadir su responsabilidad de combatir el crimen”.
También destacó que, junto con este debate, se plantea el hecho de que la demanda de drogas “no ha disminuido sensiblemente”, por lo que deben analizarse las razones y llegar a un consenso internacional. “Va ser un proceso largo”, añadió.
Por otra parte, la ministra del Gobierno saliente de México, al hacer un balance de su gestión, reconoció que la relación de este país con Estados Unidos ha atravesado “momentos muy difíciles” debido, entre otras razones, al “potencial de tensión enorme” que existe en los vínculos entre las dos naciones.
Ello se deriva de una relación económica que es “la más intensa entre dos países a nivel global”, la fuerte interrelación entre los ciudadanos de las dos naciones y los problemas fronterizos, entre otras causas, precisó.
Preguntada sobre qué consejos daría a la nueva administración mexicana frente a Estados Unidos, citó la necesidad de “fortalecer los canales de diálogo” y de consulta, y de mantener “el nivel de confianza mutua”.