
El abuso sexual infantil es cada vez más conocido gracias a la difusión de los medios de comunicación, ya sea porque muchos adultos denuncian lo que les sucedió de niños o porque las estadísticas que han salido a la luz son cada vez más alarmantes. Este tipo de abuso incluye conductas inapropiadas de un adulto hacia el niño (puede ser hombre o mujer), desde tocamientos, seducción, palabras inadecuadas hasta las relaciones sexuales.
¿Cómo detectar a los abusadores? El 60% de los abusadores sexuales son personas que conocen a los niños, que viven en su entorno, y pueden ser: maestros, entrenadores, amigos de la familia, vecinos o conocidos y, lo que es aún mas lamentable, los propios padres.
El 30% corresponde a familiares como tíos, primos o la pareja de la madre, y sólo el 10% son extraños a la familia
Desafortunadamente, a menudo es difícil encontrar muestras obvias de que un niño haya sido abusado sexualmente porque esta situación ocurre en privado. Por otra parte, generalmente el victimario se encarga de esconder bien el ataque y amenaza al menor (y éste realmente cree que es verdad) de que algo le pasará a él o al adulto si alguien se entera de lo que hizo.
Sin embargo, algunos niños presentan síntomas que pueden indicar que fueron abusados.
Regularmente estos menores se muestran inquietos o agitados, tienen problemas para dormir y pueden simular o tratar de repetir la misma conducta del abusador con otros niños.
También pueden pelear y demostrar comportamiento cruel con otros niños. Otros menores se vuelven introvertidos, retirándose de sus amigos y de su familia y pueden dañarse a sí mismos e incluso tratar de suicidarse. Estos y muchos síntomas más pueden pasar desapercibidos para los padres o adultos responsables de cuidarlos y protegerlos.
Para prevenir que los menores sufran usted puede hablar abiertamente del cuidado y las amenazas que los rodean. No es un tema fácil, pero siempre será mejor la prevención que la reparación, hable con el niño sobre la diferencia de ser tocado y acariciado en forma inadecuada.
Subraye la diferencia en que si alguien trata de tocar su cuerpo y se siente incómodo, o le propone o hace cosas que le hacen sentir mal o le desagradan, puede rehusarse. Enséñelo a decir “no” a quien lo intente y a pedir ayuda o comunicárselo a usted inmediatamente.
Lo más importante es que enseñe a sus niños a hablar libremente y a tenerle confianza para poderlos proteger.
El abuso sexual es lo último que la mayoría de las personas piensa que pasará en casa.
El niño no es responsable por el abuso sexual, aunque él haya pasado mucho tiempo con el abusador y aunque no se lo haya dicho a usted.
Los niños no pueden detener el abuso sexual que están sufriendo y callan por miedo a no ser entendidos o por temor a que piensen que mienten.
Recuerde que el abusador siempre se encarga de amenazar al niño, pero esto no quiere decir que el niño no sufra o que la esté pasando bien.
Si usted fue abusado, o sabe de alguien que sufre de los síntomas antes mencionados, pida ayuda, la ley y los profesionales están para apoyarlos.
Prevenir, hablar o denunciar, podrán detener a los adultos que abusando de su poder lastiman a los niños.
**Martha Sáenz es Life Coach e Hipnoterapeuta