
Los Ángeles, 9 feb (EFE).- Las primeras demandas por los posibles casos de abuso sexual por parte de dos profesores en una escuela elemental con mayoría de alumnos hispanos del sur de Los Ángeles ya fueron presentadas, informaron dos firmas de abogados.
La oficina de la abogada Jessica Domínguez y el bufete Owen, Patterson & Owen, en nombre de ocho estudiantes de la escuela Miramonte y sus familias, entablaron tres demandas ante la Corte del Condado de Los Ángeles por daños físicos y emocionales a los niños, se informó hoy en rueda de prensa.
“Cuando la confianza de un niño es violada toda nuestra comunidad sufre y debe responder de una manera saludable para que podamos alimentar la esperanza de estos niños otra vez”, declaró a Efe Jorge-Mario Cabrera, director de comunicaciones de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Ángeles (CHIRLA, en inglés) que organizó el encuentro con los medios.
Cabrera invitó a la comunidad a que presente ante las autoridades toda la información que tenga referente al abuso ocurrido en la escuela Miramonte.
Angélica Salas, directora ejecutiva de CHIRLA, aseguró que “hay quienes tienen información para compartir pero no tienen confianza y sienten miedo de las autoridades” ya que muchos de los padres de la escuela son indocumentados.
“Hemos llegado esta situación en parte porque muchos padres que tienen información sobre sus hijos tienen miedo de acudir a las autoridades pues temen consecuencias negativas por su condición de inmigración”, añadió.
“Estoy aquí para ser la voz de que no tienen voz”, afirmó hoy Domínguez al aclarar que hay cinco demandas más que están en proceso de ser presentadas.
“Sabemos que hay nuevas víctimas y que las nuevas fotos que han aparecido no son, como han dicho los investigadores, de las víctimas que ya existen: sabemos que son de nuevas víctimas”, dijo por su parte el abogado James Owens.
Pero, agregó Domínguez, no acuden a denunciar los casos por temor a las autoridades.
Así lo afirmó uno de los padres que tiene pruebas de que su hija también sufrió abusos por parte del profesor Mark Berndt -uno de los dos profesores acusados- pero tiene miedo de acudir a las autoridades.
“Estoy nervioso y a ninguno de ustedes le gustaría estar aquí hoy como estoy yo, sin dar la cara y sufriendo por mi hija”, dijo Raymundo, un inmigrante indocumentado, al presentarse hoy en la rueda de prensa cubierto con una capucha.
Domínguez solicitó una garantía del Departamento del Alguacil de Los Ángeles de que el proceso de la Visa U -establecida para inmigrantes que son víctimas de ciertos crímenes- se realizará adecuadamente.
Según la abogada en muchos casos luego de que una persona que ha sido víctima de un delito testifica puede suceder que la investigación no termina en una condena, la visa no es otorgada y la persona puede ser deportada.
“Estamos pidiéndole al alguacil Lee Baca que tome los pasos necesarios no solamente para que nos diga que no va a cuestionar el estatus migratorio de estas personas”, dijo la abogada.
“Necesitamos algo afirmativo: que va a asignar un oficial que tenga experiencia para certificar la Visa U, que puede proteger a estos padres y también a esos niños que han sido víctimas de delitos y no tienen estatus migratorio”, agregó.
En la conferencia de prensa se mostraron algunas de las fotos que forman parte de las demandas donde aparece el profesor en Brent en la celebración del cumpleaños de una de sus alumnas así como tarjetas de Navidad y dedicatorias en un libro, entre otras pruebas.
“Brendt es un animal y no es muy diferente de otros abusadores”, aseguró Owen.