Preocupa la contaminación que produce la recicladora Ace en el sureste de LA

Docenas de madres de familia manifestaron su preocupación por los efectos que tiene en la salud de ellas y su familia las emisiones de la planta recicladora Ace. Foto: Bertha Rodríguez/Latinocalifornia.com
Docenas de madres de familia manifestaron su preocupación por los efectos que tiene en la salud de ellas y su familia las emisiones de la planta recicladora Ace. Foto: Bertha Rodríguez/Latinocalifornia.com

Bertha Rodríguez

Como madre de familia, Angélica Hernández al igual que otras mujeres migrantes que residen en Huntington Park y sus alrededores, viven en constante lucha por la salud de los suyos, pues radican en una de las áreas más contaminadas del condado angelino.

El congestionamiento del tráfico, polvaredas, vibraciones que de otra manera serían inusuales y la emisión de contaminantes son sólo algunas de las condiciones que las residentes de Huntington Park así como sus vecinos de las ciudades aledañas, denunciaron ante los concejales el pasado 18 de noviembre.

En esa ocasión se manifestaron en contra de la planta de reciclaje Ace Recycling, que procesa y almacena desperdicios de metal y fierro viejo.

La empresa produce alrededor de cinco mil toneladas de metales al mes y provoca un enorme tráfico de vehículos pesados, durante varias horas del día; el material reciclado es enviado por contenedores a Corea y otros países del exterior.

Sus operaciones también generan altos niveles de polvo y ruido.

Los miembros del concilio escucharon testimonios de vecinos del área donde se encuentra la planta y representantes de la empresa, quienes anteriormente habían solicitado un permiso de operación, así como la extensión de sus instalaciones debido a que el negocio ha crecido a tan sólo dos años de su inicio.

“¿Qué va a pasar con nuestros hijos? ¿Van a tener cáncer? ¿Y quién va a pagar nuestras enfermedades? Me imagino que ustedes tienen hijos. En el parque que está cerca de la planta juegan nuestros hijos”, indicó Angélica Hernández, quien tomó la palabra a nombre de su familia, que incluye a dos niñas.

La preocupación, señaló Martha Aguilar, quien es residente de la cercana ciudad de Maywood, es que los habitantes del área ya respiran demasiados tóxicos producidos por Exide, otra planta recicladora de baterías de autos localizada en Vernon. “ Va a ser peor. Por todos lados vamos a tener contaminación porque todo se va al aire”, indicó.

“¿Por qué a nosotros que somos pobres?”, se preguntaron unas a otras las mujeres durante el receso de la sesión del concejo.

Los miembros del Concejo de Huntington Park escuchan las quejas de los vecinos sobre la contaminación. Foto: Bertha Rodríguez/Latinocalifornia.com
Los miembros del Concejo de Huntington Park escuchan las quejas de los vecinos sobre la contaminación. Foto: Bertha Rodríguez/Latinocalifornia.com

Los inconformes sostuvieron que desde tempranas horas, quienes viven alrededor de Ace (localizada en el 6069 y 6105 de la avenida Maywood), experimentan intensas sacudidas como si se tratara de un fuerte temblor. Esto afecta a los ancianos que se encuentran en cama y asusta a los pequeños “a todas horas del día”.

Las grandes cantidades de polvo hacen que hasta en el interior de las casas los espacios y objetos se recubran de capas de color negro, lo mismo que los autos y la calle.

“Los niños tienen asma y alergias. Están afectando la salud”, se quejó Delia González mientras que otra vecina comentó que “hasta nuestros perritos tienen vómito”.

Jonathan Hernández, un estudiante de enfermería, dijo que la contaminación que genera la planta podría causar paros cardiacos y otras enfermedades respiratorias.

Antes de que los residentes presentaran sus testimonios, los representantes de la empresa, Rick Chung y Steven Ko hablaron de los supuestos beneficios de la recicladora.

Chung dijo que la compañía contribuye a conservar el medio ambiente ya que al recibir objetos metálicos que muchas veces están en la basura, evitan que éstos sigan en las calles o terminen en el agua.

El administrador de la empresa, Steven Ko,  dijo que ellos tienen buena relación con los vecinos y que nadie ha presentado una queja ante sus oficinas.

Un par de vecinas aclararon que antes de que él se hiciera cargo de la empresa ya se habían quejado pero sus comentarios fueron ignorados.

Delia González destacó la preocupación por la salud de los menores ya que en las cercanías se encuentran las escuelas primaria Loma Vista  (en territorio de Maywood) y la secundaria Nimitz (en Huntinton Park).

La contaminación afecta a más de “dos mil niños y maestros” que podrían padecer infecciones en los ojos, dijo Delia González.

A favor de la empresa intercedieron Álvaro Rojas, Daniel Reyes y otros empleados que respaldaron la recicladora al asegurar que ellos se encargan de limpiar el área de polvo y para argumentar que la presencia de la planta es positiva para el área.

“Ellos no viven aquí”, murmuraron los vecinos mientras los trabajadores explicaban sus argumentos.

Previamente, el consultor medioambiental Phil Martin, especialista en estudios que requiere la Ley de Calidad del Medioambiente de California (CEQA), dijo que no había impactos ambientales considerables respecto al ruido y el polvo.

Reconoció que hay una preocupación de los residentes respecto al nivel de toxicidad pero dijo que ese tipo de estudios no son obligatorios.

Los testimonios de los residentes continuaron haciéndose escuchar. Gladys Ovando, Evelia Ruiz y Jesús Moyeda, entre otros, hablaron de cómo su vida y sus viviendas son afectadas por las actividades de la planta recicladora.

Al final de la sesión –que se prolongó hasta después de las diez de la noche-, los miembros del concejo decidieron aprobar el permiso condicionado para que la empresa continúe operando pero rechazaron la petición de expansión.

Para los vecinos, quienes consideran que son los más afectados, esta lucha continuará.

 

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