Residentes del sureste buscan cierre de la planta Exide por la contaminación que causa

 

Los residentes del sureste de LA se quejan de que la planta Exide les ha causado graves daños a la salud. Foto: Bertha Rodríguez/Latinocalifornia.com
Los residentes del sureste de LA se quejan de que la planta Exide les ha causado graves daños a la salud. Foto: Bertha Rodríguez/Latinocalifornia.com

Bertha Rodríguez

Todo parecía marchar bien en la vida de Manuel Ávila junior hasta que empezó a sentir un intenso dolor de huesos.

En pocas semanas, su salud se deterioró sin que los médicos pudieran diagnosticar la enfermedad hasta que recibió la noticia de que tenía cáncer terminal de huesos y falleció el pasado 22 de mayo.

Su muerte es atribuída al aire contaminado que sale de la fundidora de plomo y ácido Exide, en la ciudad industrial de Vernon y que presumiblemente afecta a numerosas ciudades del sureste del condado angelino.

Manuel Ávila tenía 43 años y pasó  la mayor parte de su vida en Huntington Park.

Manuel Ávila asegura que su hijo murió a causa de la contaminación generada por Exide. Foto: Bertha Rodríguez/Latinocalifornia.com
Manuel Ávila asegura que su hijo murió a causa de la contaminación generada por Exide. Foto: Bertha Rodríguez/Latinocalifornia.com

Antes de ser diagnosticado con cáncer óseo Manuel había perdido su trabajo como asistente de profesor en una escuela primaria de Downey.

Su padre, del mismo nombre, comenta que su hijo ignoraba que estaba enfermo hasta que empezó a perder el apetito y , en consecuencia, a perder peso. En un par de meses llegó a perder hasta 50 libras, su piel mostraba signos de deshidratación además de adquirir un color amarillento, al igual que la esclerótica de los ojos.

Al perder su trabajo en la escuela, también perdió su seguro médico y en la primer aclínica a la que acudió, le dijeron que estaba lastimado de la columna.

Cuando el dolor fue insoportable, acudió al Hospital General de Los Ángeles y estuvo tres noches en espera de ser atendido. Un doctor particular tuvo que referirlo y fue internado de emergencia.

Manuel fue sometido a pruebas de diversas enfermedades pero no daban con el padecimiento, hasta que los médicos le practicaron una biopsia tomando células de la columna vertebral. El cáncer óseo ya estaba extendido en todo el cuerpo.

Para Manuel Ávila padre, no hay duda de que la contaminación procedente de la planta Exide tuvo que ver en  la muerte de su hijo y ahora se ha unido al movimiento que residentes de varias ciudades del sureste encabezan para exigir el cierre permanente de la planta contaminante.

Hasta el momento, no existe un informe oficial que compruebe que las enfermedades y decesos que reportan las personas que viven en las cercanías de la planta, se deban al aire tóxico de la fábrica.

Sin embargo, desde hace varios años los vecinos han reportado muertes por diversos tipos de cáncer y enfermedades de vías respiratorias.

Hace cuatro años, Manuel Ávila padre fue sometido a tratamiento por cáncer de esófago; hace cinco, su vecina María Guerra falleció de cáncer en los pulmones y en junio pasado, su otro vecino, Tony Vidauri, murió a causa de un tumor cerebral.

La contaminación

 Exide Technologies es una planta que recicla plomo y plástico provenientes de las baterías de carros y ha operado en sus instalaciones  actuales desde 1922.

En promedio, Exide produce entre 100 mil y 120 mil toneladas de plomo al año, equivalente al reciclaje de 11 millones de baterías de vehículos.

La fundidora se localiza en la ciudad de Vernon, a tan sólo cinco millas del centro de Los Ángeles pero sus emisiones afectan a ciudades del sureste como Maywood, Huntington Park, Commerce, Bell, Cudahy, South Gate, parte del Este de Los Ángeles y Boyle Heights, se cree que ésta última es una de las áreas más impactadas por los gases tóxicos.

Los riesgos de cáncer asociados con las emisiones afectan a más de 110 mil hogares que se localizan en las áreas mayormente impactadas.

Los principales tipos de contaminación atribuídos a Exide son el arsénico y el plomo, presentes sobre todo en el aire, pero también podrían estar en el suelo y el agua.

Estas sustancias ingresan al cuerpo humano a través de las vías respiratorias, por la piel y por ingestión.

El plomo y el arsénico son altamente peligrosos para la salud humana. El plomo ataca los sistemas nervioso y reproductivo, ocasiona alteraciones cognitivas y de conducta e incrementa el riesgo de cáncer.

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Alrededor de un centenar de personas protestó hace unos días frente a la planta de Exide. Foto: Bertha Rodríguez/Latinocalifornia.com

Los niños son los más vulnerables y debido a que el plomo se acumula en la sangre, puede causar afectación en el aprendizaje; daña el coeficiente intelectual, la memoria y conducta, y también provoca anemia. El arsénico es un irritante altamente tóxico causante de cáncer.

Los efectos en el organismo humano varían según el grado de  exposición. Se cree que cuando se está expuesto a estas sustancias por más de nueve años los efectos para la salud son altamente dañinos.

La regulación oficial

Las dos instancias gubernamentales encargadas de regular las operaciones de Exide son el Departamento de Control de Sustancias Tóxicas de California (DTSC) y el Distrito de Control de Calidad del Aire de la Costa Sur (SCAQMD).

Desde el 2002, DTSC ha emitido órdenes encaminadas a que Exide reduzca sus gases contaminantes. La planta ha estado bajo constante supervisión por parte de ambas agencias gubernamentales.

En abril de este año fue presentada una demanda colectiva (class action lawsuit) por parte de una firma legal cuya identidad no ha sido revelada. El abogado de daños personales Josh Haffner, informó en una reunión realizada en Huntington Park, que este tipo de demanda puede ser presentada por una o más personas a título personal o a nombre de cualquier otra persona potencialmente expuesta a la contaminación de Exide.

En ese mismo mes, la agencia estatal ordenó una suspensión administrativa temporal y  una acusación para exigir la suspensión del permiso de operación.

Exide fue condicionada a renovar sus sistemas de control de contaminación antes del 27 de diciembre de este año; antes del primero de enero del 2015 debe reducir el impacto potencial en la salud de los trabajadores de la planta y residentes de las áreas circunvecinas, entre otras medidas.

DTSC también exigió a Exide destinar $7.7 millones de dólares a un fondo especial para renovar el sistema de agua, reducir las emisiones de arsénico en el aire y realizar en las comunidades impactadas, pruebas para detectar plomo en la sangre (para ello se destinarán 4 millones de dólares), así como pruebas de polvo y tierra en las instalaciones.

Aunque un juez de la Corte Superior de Los Ángeles revirtió la orden de DTSC en junio pasado, permitiendo la reapertura de la planta mientras se lleva a cabo la audiencia administrativa, el litigio aún sigue en proceso.

En el mismo mes de junio Exide presentó un recurso de mitigación ante la corte federal de bancarrota del distrito de Delaware (Bankruptcy Court). Esta acción aplaza el litigio emprendido por DTSC.

Para poder acatar los acuerdos con DTSC, (entre ellos emplear los recursos para las pruebas de sangre y la actualización de equipo anticontaminante), Exide requiere autorización de la corte de bancarrota.

Esta corte ordenó a Exide enviar por correo a los vecinos un formato para que  las personas “aparten un lugar” y puedan ser consideradas como acreedores si comprueban que fueron afectados en su salud. La solicitud incluye daños personales como gastos médicos. La fecha para que las personas envíen los formatos de reclamo se extendió hasta el 31 de enero del 2014.

Por su parte, SCAQMD está buscando una orden de reducción de contaminantes. Esta tiene que ser emitida por un panel dentro de la agencia, con facultades similares a una corte pero cuya jurisdicción proviene de la legislatura estatal.

Para que la junta de audiencia imponga condiciones estrictas, necesitan presentar evidencias. Con este objetivo, abogados de SCAQMD programaron para el 14 de diciembre la primera audiencia pública con las comunidades impactadas. Aún está por determinarse el lugar de dicha audiencia. El resto de las audiencias será en la sede de la agencia, en Diamond Bar. Se pide a la comunidad que presente sus reclamos para este fin.

El concejo de Huntington Park aprobó una resolución para pedir a las agencias de control de contaminación que tomen medidas más estrictas para “prevenir” que los residentes de la ciudad continúen siendo expuestos a los gases tóxicos de Exide.

Siguen el proceso legisladores a nivel federal y estatal, como Lucille Roybal- Allard, el presidente de la asamblea estatal, John Pérez y el senador Ricardo Lara.

El 30 de octubre, un centenar de residentes de las ciudades aledañas a Exide y activistas en favor del medio ambiente, realizaron una manifestación de protesta que culminó en las instalaciones de la fundidora.

Organizaciones como Comunidades por un Mejor Medioambiente (CBE), Madres del Este de Los Ángeles, Padres Unidos de Maywood (PUMA), East Yard Communities, el Centro Legal Comunitario de Los Ángeles y el Concilio Vecinal de Boyle Heights portaron carteles y calaveras para exigir el cierre total de la planta.

 

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