El padre del sospechoso de asesinar indigentes en Orange es un desamparado

Varias personas depositan flores y globos en el lugar donde mataron a un indigente en Anaheim.

Los detalles de la vida del  latino sospechoso de asesinar a cuatro desamparados en el condado de Orange siguen conmocionando a la opinión pública. La siguinete nota de AP señala que el padre del joven, quien sirvió como infante de Marina en la guerra de Irak, es también un indigente pues no tiene techo .

Refugio Ocampo, de 49 años, dijo el domingo a The Associated Press que su hijo era una persona diferente cuando regresó después de servir con la Infantería de Marina en Irak, expresaba desilusión y se volvió cada vez más oscuro mientras luchaba por encontrar su camino como un civil.

El padre perdió su trabajo y su vivienda, y terminó viviendo bajo un puente antes de encontrar refugio en la cabina de un camión averiado que está ayudando a reparar.

Su hijo de 23 años, Itzcóatl Ocampo, fue detenido el viernes en relación con los asesinatos de cuatro hombres sin hogar desde finales de diciembre.

Refugio Ocampo dijo que el 11 de enero su hijo se le acercó con una foto de la primera víctima, asesinada el 20 de diciembre.

“Esto es lo que está ocurriendo”, dijo su hijo según el padre.

“Estaba muy preocupado por mí. Yo le dije: ‘No te preocupes. Yo soy un sobreviviente. Nada me va a pasar. Ya encontraré algo. Puedes contar con eso”’, dijo el padre.

Aunque Refugio Ocampo vive lejos de su familia, se mantienen en contacto. El veía a sus hijos todos los días, y su esposa trae comida hasta el estacionamiento donde el camión se encuentra en la ciudad de Fullerton.

Itzcóatl Ocampo vivía con su madre, su tío y sus dos hermanos menores en una humilde casa alquilada en un rancho de caballos rodeado por los suburbios en expansión de Yorba Linda.

Refugio Ocampo, quien dijo que estudió derecho en México, emigró con su esposa e Itzcóatl en 1988 y se convirtió en ciudadano estadounidense. Contó que se forjó una vida exitosa en la que se convirtió en un jefe de almacén y compró una casa en Yorba Linda. En los últimos años perdió su trabajo, se quedó sin ahorros y perdió su casa.

Su hijo ingresó en la Infantería de Marina tan pronto terminó la escuela secundaria en 2006, en lugar de ir a la universidad como su padre esperaba. Itzcóatl Ocampo fue dado de baja en 2010 y volvió a casa para encontrar a su familia hecha un desastre, dijo el padre.

Tanto Refugio Ocampo como su hijo menor, Mixcóatl, de 17 años, describieron una afección que sufría Itzcóatl, por la que le temblaban las manos y sufría dolores de cabeza. Los tratamientos médicos ayudaron hasta que empezó a beber mucho, coincidieron.

“Comenzó a beber como un loco, demasiado, realmente demasiado”, dijo el padre.

Un vecino que es veterano de Vietnam, así como el padre, intentaron que Itzcóatl buscara tratamiento en un hospital de veteranos, pero él se negó. Refugio Ocampo dijo que quería que su hijo recibiera también tratamiento psicológico.

“Empezó a hablar de cosas que no tenían ningún sentido, que el fin del mundo iba a suceder”, contó.

“Antes, tenía la iniciativa para hacer cosas, el deseo. Pero después del ejército, no tenía nada de eso”, dijo.

Estaba muy lejos de ser el hijo que en la escuela secundaria era un estudiante educado y motivado, recordó.

Refugio Ocampo dijo que los investigadores lo buscaron la noche del viernes y le mostraron fotos de vigilancia de la escena del crimen, pero no reconoció a su hijo como la persona en las imágenes.

“Si lo hizo, no estaba bien, obviamente. Pero hay algo mal con él”, señaló.

Itzcóatl Ocampo fue detenido poco después de que se halló un cadáver en el estacionamiento de un restaurante de comida rápida Carl’s Junior, informó el jefe policial de la ciudad de Anaheim, John Welter.

“Estamos muy confiados en que tenemos al responsable de los homicidios de los cuatro indigentes en el condado de Orange”, afirmó Welter en rueda de prensa el sábado sobre las muertes ocurridas en el lapso de un mes.

Varios testigos y transeúntes persiguieron a Ocampo, quien fue capturado por un policía que formaba parte de una operación de vigilancia ante las decenas de llamadas de emergencia y otros informes relacionados con el caso.

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