Vanessa Cárdenas*
En un momento en que la mayor amenaza doméstica a la seguridad nacional en Estados Unidos es el aumento del extremismo nacionalista blanco, es alarmante que Kevin McCarthy y sus secuaces hayan decidido investigar y tratar de destituir a Alejandro Mayorkas, secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por su sigla en inglés), la persona responsable de la seguridad del país que precisamente lucha contra esta creciente amenaza. El representante McCarthy se rehúsa a reconocer el papel que su partido tiene en promover la supremacía blanca y habilitar a extremistas domésticos. O el hecho de que su partido se rehusó a respaldar el financiamiento para incrementar las inspecciones de carga y complementar la infraestructura de los puertos fronterizos de entrada, dejándonos más vulnerables ante el tráfico de drogas. Además, continúan con el mismo mensaje y las artimañas políticas sobre los inmigrantes y la seguridad fronteriza que logran titulares de prensa en Fox y Breitbart, pero que dejan de lado al pueblo estadounidense.
Los estadounidenses exigen una reforma migratoria sensata que incluya abordar la frontera; pero el representante McCarthy y los republicanos de la Cámara están muy atareados jugando a la política y apurados en sus elecciones de liderazgo como para ocuparse de ello y proponer soluciones reales. Quieren continuar con la fallida estrategia política de atacar a los inmigrantes y a los secretarios del gabinete de origen latino, y entonces se preguntan después de cada elección por qué no mejoran con los votantes latinos. Simplemente se niegan a aprender.
Necesitamos urgentemente un sistema de inmigración moderno, que incluya abordar los retos de la frontera. Pero una vez más, resolver problemas no está en la agenda de McCarthy. Dividir y hacer a Estados Unidos menos seguro parece ser su prioridad principal”.
*Vanessa Cárdenas es Directora Ejecutiva de America’s Voice
