
Bertha Rodríguez
“Estamos realmente temerosas de ella”, comentó reiteradamente una maestra de la escuela primaria Teresa Hughes en Cudahy, luego de unirse a la protesta que decenas de padres de familia realizaron en contra de la directora Elva Cortez Covarrubias.
Padres y maestros acusan a la directora escolar de incurrir en prácticas de intimidación y abuso en contra de profesores, padres y estudiantes.
Los inconformes reunieron 500 firmas en un documento que van a presentar el martes 29 de octubre, ante la junta directiva del Distrito Escolar Unificado de Los Angeles (LAUSD) donde pedirán la destitución de la directora.
La profesora, que prefiiró no ser identificada por su nombre por temor a las represalias, dijo que lleva 17 años dando clases en la escuela y que nunca antes había tenido una experiencia de maltrato. Aseguró que la actitud amenazante de la directora afecta a profesores, estudiantes y padres.
Informó que de 30 maestros que dan clases en la escuela, 25 se sienten presionados por las prácticas de Cortez. Muchos profesores, sostuvo la maestra, padecen estrés al grado que han llegado a llorar por el trato abusivo y varios de ellos tienen que tomar medicamentos contra la ansiedad.
La profesora comentó que en los dos años y medio que Cortez lleva al frente de la escuela, alrededor de seis profesores han tenido que irse con tal de evitarla. El último caso se dio esta semana, afirmó.
A la 1:30 de la tarde, más de 60 padres de familia se reunieron afuera de la escuela para protestar en contra de la directora. Portando pancartas en las que denunciaban los supuestos abusos, caminaron sobre la banqueta y gritaron consignas de apoyo a los maestros.

La escuela Teresa Hughes abarca desde el prescolar hasta el grado doce y oficialmente atiende a 877 alumnos, la mayoría de origen hispano.
La maestra Emilia Casillas, quien tiene 23 años de experiencia como educadora y lleva 12 años dando clases en la primaria, denunció igualmente que la mayoría de los profesores son hostigados por Cortez.
Comentó que la directora se presenta a los salones de clase y a veces se queda a vigilarlos hasta 45 minutos.
“Si ella quisiera mejorar los resultados escolares debería capacitar a los maestros con nuevas pedagogías no hostigándonos”, afirmó Casillas.
Los testimonios de padres y niños afectados surgían por todas partes. Todos querían hablar de sus experiencias negativas en la escuela.
Apenas este año, Dulce Velázquez cambió a sus tres hijos a esta escuela. Uno toma clases de kinder, otro va en el tercer grado y la otra va en quinto. Esta última es la niña Diana Melchor, de diez años.
Hace un mes, recién cambiada a la escuela, su mamá se retrasó 15 minutos cuando tenía que recogerla porque creyó que tendrían el mismo horario de la escuela anterior. La directora dijo a la niña que si su madre no llegaba por ella, se la iba a llevar la policía escolar. Después de eso, la niña ya no quería ir a la escuela.
Algo similar ocurrió apenas hace un par de días al hijo de Irma Jacinto. El niño tiene cinco años y asiste al primer grado. Por la mañana, el pequeño se levantó antes que sonara el despertador a las 6:00 de la mañana. “Con sus lagrimitas me dijo ´no quiero ir a la escuela, narró su mamá.
Cuando ésta le pidió que le explicara qué había pasado, el niño le dijo que la directora lo amenazó diciéndole “que me iba a echar a la policía y me iban a llevar a la cárcel”.
Jacinto piensa que la actitud de la directora es una represalia en su contra porque “está muy enojada” con los padres de familia que en la reunión pasada la cuestionaron sobre su comportamiento.

Adelina García es una de las madres que han estado muy activas en la comunidad. Con frecuencia se presenta a la escuela para apoyar a los maestros en sus actividades. También es de las madres de familia que han comprado productos para mantener limpios los salones de clase. Las mismas madres han formado equipos para limpiar los salones.
García indicó que el pasado dos de octubre, en la última reunión de padres y la directora, ella grabó en su celular lo acontecido. Al día siguiente, la directora le dijo que lo que ella había hecho era ilegal y que iba a tener que dar cuenta de ello a oficiales del Sheriff.
Esto no sucedió pero García piensa que es parte de las tácticas intimidatorias de la directora hacia las personas que la han cuestionado en la reuniones.
Adelina García ha visto a varias maestras que salen llorando a los pasillos de la escuela. “A veces ellas no nos dicen nada pero nuestros hijos nos comentan ‘la directora no quiere a nuestros maestros’. Llega a la clase y les grita delante de los niños”, asegura García.
Varios padres acusan a Cortez de incurrir en prácticas de favoritismo hacia algunos profesores mientras que le hace la vida imposible a quienes no son de su agrado; en repetidas ocasiones también le ha gritado a los padres diciéndoles “cállese la boca”, actitud que los ofende, aparte de considerarla una falta de profesionalismo.
Otra de las quejas es que la directora no toma en cuenta las sugerencias para hacer mejoras en la escuela. De la mano de su madre, el pequeño Andrew Sanabria, de cinco años, asiente con la cabeza, cuando ella platica que el Salón 1 ha estado sin aire acondicionado por mucho tiempo. Durante el verano los niños salían sofocados de clase. Ahora la mujer se pregunta cómo estarán los estudiantes durante el invierno.
Del comportamiento de la profesora tienen conocimiento los supervisores, afirmó una maestra, quien agregó que han presentado quejas al supervisor distrital Rubén Valles pero nada ha cambiado.
Durante la protesta estuvieron presentes los representantes del LAUSD, James J. Noble, administrador de operaciones y Damian Lenon, coordinador de consejeros del Distrito 6. Al perdirle a este último una opinión sobre lo que estaba ocurriendo dijo que no podía hacer declaraciones.
Cuando esta reportera intentó obtener la versión de la directora, la recepcionista la remitió a la oficina del distrito.
En la protesta participaron padres de familia, menores que estudian en la escuela; abuelos de los alumnos, profesores y activistas comunitarios.
A la manifestación llegó el vicealcalde de Cudahy, Chris García quien respaldó el derecho de los padres de pedir un trato respetuoso y seguridad para sus hijos.
García propondrá al concejo de la ciudad sostener una junta con los padres de familia el 7 de noviembre, para apoyarlos de acuerdo a los recursos legales correspondientes.