
México, D.F. (EFE).- México expresó “su más enérgico rechazo”, a la vez que protestó formalmente, por la decisión del gobierno de Estados Unidos de cerrar el caso de un menor mexicano que murió tras recibir disparos por parte de un agente fronterizo estadounidense en 2010.
En un comunicado de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), el gobierno mexicano deploró la decisión anunciada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos de no formular cargos penales contra el agente de la Patrulla Fronteriza que hizo el disparo que causó la muerte a Sergio Adrián Hernández Güereca.
“Ante esta decisión, el gobierno de México presentó hoy una nueva nota diplomática de protesta al gobierno de Estados Unidos, subrayando la gravedad de que este lamentable caso no vaya a ser llevado a juicio”, indicó la SRE.
La dependencia refirió que en enero de 2011 presentó una solicitud de detención con fines de extradición en contra del agente involucrado, que fue negada hoy por el Departamento de Justicia, que concluyó que no hay evidencia suficiente para acusar al agente Jesús Mesa.
La Cancillería explicó que esa decisión no significa que el caso abierto por las autoridades mexicanas esté concluido.
“Se analizarán detalladamente los términos de la determinación estadounidense a fin de proceder por vías adicionales en los ámbitos bilateral y multilateral. El gobierno de México hará uso de todos los instrumentos diplomáticos y jurídicos internacionales a su alcance”, expuso.
Asimismo, añadió, “continúan vigentes los reclamos que los familiares del menor han presentado por la vía civil ante tribunales estadounidenses, contando para ello con la asistencia jurídica y consular necesaria”.
El incidente tuvo lugar el 7 de junio de 2010 en la línea fronteriza que divide a la mexicana Ciudad Juárez de El Paso, Texas.
Sergio Adrián, de 14 años de edad, iba a visitar a su hermano que trabajaba en la aduana del puente internacional Paso Norte, y no tenía intención de cruzar a Estados Unidos, declaró entonces la madre del menor, María Guadalupe Güereca.
Según la mujer, un grupo de migrantes empezó a lanzar piedras contra agentes estadounidenses, quienes respondieron con disparos de armas de fuego. El pequeño trató de refugiarse detrás de un pilar del puente, pero fue alcanzado por un disparo y cayó muerto del lado mexicano.
El fallecimiento del joven se produjo una semana después de que muriera en un hospital estadounidense el mexicano Anastasio Hernández Rojas, de 35 años, quien fue golpeado salvajemente por una veintena de agentes de la Patrulla Fronteriza en las inmediaciones de la garita Tijuana-San Isidro.
El gobierno de México recordó hoy que ambos países adoptaron la Declaración Conjunta sobre Prevención de la Violencia en la Región Fronteriza y los Protocolos de Violencia Fronteriza “para prevenir y responder ante futuras situaciones de esta naturaleza”.
“El gobierno de México redoblará sus esfuerzos para instrumentar cabalmente estas iniciativas bilaterales y reitera su enérgico llamado al gobierno de Estados Unidos para actuar en el mismo sentido”, acotó.