Conozco a Mario Flores desde hace algunos años. Entre 2005 y 2008, cuando vino un boom de los blogs personales en México, establecimos una relación a través de comentarios por ese medio, que después se materializó en las llamadas “reuniones de blogueros” que se sostenían en la ciudad de México. Mario, un creativo diseñador especializado en el ramo de la publicidad, además de talentoso, es una persona con amplia cultura general y un sentido del humor muy fino, lo cual le ha hecho ganar miles de seguidores en redes sociales, particularmente en tuiter.
Este rasgo, su sentido del humor agudo y oportuno, le jugó una mala pasada este domingo, y al mismo tiempo sirvió para exhibir el absurdo y la falta de sentido común que imperan en las instancias encargadas de la impartición de justicia en México.
Hace tres años, cuando el entonces secretario de Gobernación Juan Camilo Mouriño falleció al caer la aeronave en la que viajaba, en el cruce de Reforma y Periférico, en la ciudad de México, a Mario le tocó el incidente de cerca. La agencia de publicidad para la que trabajaba entonces tenía sus oficinas a unos metros del sitio, de manera que éstas fueron desalojadas tras el accidente. Incluso algún medio entrevistó a Mario sobre sus impresiones al respecto.
El jueves pasado, Mario recordó este incidente en uno de sus tuits. Inusualmente, salió del trabajo antes de lo acostumbrado, y escribió en su cuenta de Twitter: “No salía tan temprano del trabajo desde que se cayó la avioneta de Mouriño. Anden con cuidado, funcionarios voladores”. Para su mala suerte el día siguiente, el 11 del 11 del 11, el helicóptero en el que viajaba el secretario de Gobernación, José Francisco Blake Mora, se desplomó cuando iba rumbo al estado de Morelos.
Durante todo el viernes Mario recibió comentarios con respecto a este tuit, e incluso la página de noticias de Yahoo citó este mensaje y el de otro tuitero que también bromeó con la fecha y la posibilidad de que ocurriera una catástrofe que involucrara a funcionarios de gobierno. Irresponsablemente otros medios retomaron la noticia calificando como una “predicción” por parte de los tuiteros lo que a todas luces es una muestra de humor bastante común en Twitter. Dos días más tarde, diez hombres lo detenían.
“De pronto empecé a sentir los golpes y yo me defendí, pero cuando vi que me metían al carro yo empecé a gritar ‘¡ayúdenme, me están llevando!’, porque no me entregaron un documento, no me dejaron avisar; mi mamá estaba dentro de la casa y traté de que me oyera, de que alguien se enterara”, contó Mario. “Imagínate, llegan unos tipos vestidos de civil, te meten a fuerza al carro y tú sabes que no vas en calidad de detenido”.
Afortunadamente unos vecinos alcanzaron a tomar las placas del auto, y cuando el papá de Mario salió, detuvo a una patrulla de Policía y le pidió que le diera alcance. Finalmente supieron que quienes se habían llevado a Mario, en lo que en la jerga mexicana se conoce como un “levantón”, eran agentes de la Procuraduría General de la República (PGR). Tan pronto se supo la noticia, decenas de tuiteros se movilizaron haciendo una campaña para obtener información sobre el paradero de Mario y para difundir el caso entre los periodistas que utilizan esta red social. Un par de horas más tarde, a través de su cuenta de Twitter, Mario informaba que se encontraba bien y que le estaban tomando declaración, pero tuvieron que pasar cuatro horas más para que finalmente lo dejaran libre.
Para ese entonces tuiteros y algunos medios de comunicación esperaban afuera de las oficinas de la PGR, y eran miles quienes en la red social seguían el caso y reproducían los mensajes al respecto. El nombre en tuiter de Mario,@mareoflores, se convirtió en trending topic, así como el de la PGR. Varios medios de comunicación retomaron la información y algunos periodistas empezaron a debatir sobre el caso en la propia red social. Hasta ese momento, la indignación iba en dos sentidos: 1. ¿Por qué se detiene ilegalmente a un joven sin orden de aprehensión, sin que se identifiquen quienes lo detienen, y sin que se le dé explicación alguna (y en una falsa patrulla, como lo describió Mario)?, y 2. ¿es posible que la PGR lo haya detenido por tuitear una broma?
La primera pregunta no ha sido respondida, pero es de esperarse que en las próximas horas intervengan las organizaciones de defensa de derechos humanos en este caso y que la PGR dé alguna explicación al respecto. Sin embargo es la respuesta a la segunda pregunta lo que me parece absolutamente indignante y falto de sentido común. En un comunicado emitido por la dependencia poco antes de dejar en libertad a Mario, se lee lo siguiente:
OBTIENE PGR DECLARACIÓN DE PERSONA, POR MENSAJE VIRTUAL QUE ALUDE A ACCIDENTES AÉREOS
Domingo, 13 de Noviembre de 2011 > Boletín 1566/11
Con la finalidad de agotar todas y cada una de las líneas de investigación, y en cumplimiento con el acuerdo ministerial dictado en los autos que integran la indagatoria de los hechos acaecidos en el poblado de San Juan Tezompa, Municipio de Chalco, Estado de México, en los que perdieran la vida el Secretario de Gobernación y siete servidores públicos más, el agente del Ministerio Público de la Federación tomó la declaración, en calidad de testigo, al titular de la cuenta de twitter @mareoflores.
Una vez que rindió su declaración sobre los motivos por los que publicó en su cuenta de twitter el comentario “no salía tan temprano desde que se cayó la avioneta de Mouriño, anden con cuidado funcionarios voladores”, se le permitió retirarse de las instalaciones, toda vez que hasta este momento, no existe relación entre la publicación del tweet y el accidente aéreo.
El Gobierno Federal, a través de la Procuraduría General de la República, refrenda su compromiso de agotar todas las líneas de investigación necesarias para el esclarecimiento de los hechos antes señalados.
Del comunicado anterior, destaco tres elementos:
1. ¿Cómo se puede tomar declaración a alguien en calidad de testigo si esta persona no estuvo presente en el lugar y en el momento donde ocurrieron los hechos? La PGR está en la obligación de especificar cuál es el criterio que sigue para otorgar a alguien la calidad de testigo en una investigación.
2. Cuando afirman que “se le permitió retirarse” a Mario del lugar, las autoridades olvidan que el joven no estaba acusado de nada y por tanto era su derecho retirarse, no una concesión otorgada por ellos.
3. Si la autoridad, tal como lo han hecho diversas dependencias del gobierno mexicano en las últimas horas, afirma que lo ocurrido al secretario Blake Mora fue un accidente y no un acto perpetrado intencionalmente, ¿cómo es que podía existir una relación entre el tuit de Mario y cualquier acontecimiento ocurrido un día después accidentalmente? ¿No es esto evidencia de que en realidad las autoridades se encuentran investigando otras causas?
Más allá de las inconsistencias del comunicado de la PGR, yo me pregunto: ¿Cómo se le devuelve la paz a un joven que ha sido puesto en el ojo público, que ha sido sometido violentamente sin motivo alguno? ¿Cómo se tranquiliza a los padres que salen de casa y se encuentran con el auto vacío y su hijo desparecido, para que regresen a su vida normal? Pero sobre todo, ¿cómo se le dice al ciudadano común que su libertad de expresión, esa que le otorga la Constitución, está garantizada, si a las primeras de cambio lo detienen diez policías para más tarde soltarle el consabido “disculpe usted”?
Mario me dijo al término de nuestra conversación: “Yo soy muy afortunado porque tengo muchos amigos en Internet que se movieron rápidamente. Pero si no fuera así, quién sabe qué hubiera pasado”.
Se pueden ver declaraciones de Mario saliendo de la PGR haciendo click AQUÍ.
**Eileen Truax es una periodista mexicana que reside en Los Ángeles, trabaja para el diario La Opinión y publica sus columnas y reportajes en varios medios, entre ellos la revista Gatopardo y el diario El Universal de México.