Muertes por la contaminación

El reconocimiento de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), realizado hace apenas unos

Patricia Guevara.

días sobre los retos que tiene México para medir continuamente la calidad del aire en las principales ciudades, cobra especial relevancia ante los datos contundentes de la Organización Mundial de la Salud que revelan la muerte de dos millones de personas cada año, en las grandes metrópolis, como consecuencia de problemas respiratorios, cardiacos, infecciones pulmonares y cáncer provocados por la contaminación atmosférica

La dependencia que encabeza Juan Rafael Elvira Quezada admite que en los años recientes se ha observado una baja en la generación de datos en algunas urbes que miden la calidad del aire. Otras metrópolis “aún no han empezado a implementar esta acción, lo que impide conocer la problemática que enfrentan en esta materia; además limita la eficacia de las políticas destinadas a resolverla, imposibilita medir los riesgos a la salud de las personas expuestas a contaminantes atmosféricos y deja a la población sin la posibilidad de tomar decisiones para proteger su propia salud”.

La observación deriva de la Dirección General de Calidad del Aire y Registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes. Es necesario poner el acento en las poblaciones con más de 500 mil personas, aunque de acuerdo a cifras del INEGI, es creciente el número de ciudades que superan el millón y la consecuente demanda de transporte de la población.

La Semarnat se dice comprometida en mejorar la calidad del aire a nivel federal, para lo cual invirtió en los dos años recientes 124 millones de pesos para la compra de estaciones de monitoreo atmosférico, así como en la rehabilitación y mantenimiento de las mismas. Aunque establece que “la única manera de mejorar la calidad del aire es mantener bien informada a la población y hacerla partícipe de las acciones para solucionar esta problemática”, los datos proporcionados son insuficientes.

A su vez, el Instituto Nacional de Ecología, encargado de emitir los manuales de monitoreo, parece no asumir corresponsabilidad para que la medición de la calidad del aire sea validada y analizada, con lo cual existe duda si las estaciones de monitoreo son operadas y mantenidas correctamente y con el personal especializado y calificado.

Según lo establece el Reglamento de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente en materia de Prevención y Control de la Contaminación de la Atmósfera, corresponde a los gobiernos estatales medir la calidad del aire, informar oportunamente a la población y enviar estos resultados a la Semarnat. Sin embargo, se carece del seguimiento adecuado y los ciudadanos estamos atrapados en el círculo de no participar porque no estamos informados y como no estamos informados no participamos.

Además, en el Distrito Federal, es necesario que los ciudadanos conozcamos las cifras por el monitoreo de contaminantes como el benceno, tolueno, etilbenceno y xylenos que son más tóxicos que el CO2.

Por supuesto que es loable que en el Distrito Federal se pongan en marcha nuevas rutas de autobuses pero ante el crecimiento de los automóviles particulares, sólo se logran avances marginales en la reducción de la contaminación del aire. Es indispensable privilegiar las políticas públicas e involucrar a todos los ciudadanos para que realmente contribuyamos a disminuir la contaminación.

Comments

comments

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *