
Abrumado por las encuestas que indican que su campaña va en caída libre, Trump ha reaccionado con sus acostumbradas declaraciones escandalosas. Si pierde, dice, será porque el sistema está amañado y por las mentiras que los medios le han fabricado, lo cual no sólo es falso sino totalmente irresponsable.
Para quienes no nos hemos dejado embaucar por sus promesas vacuas o por su retórica incendiaria y divisoria, es claro que si hay alguien a quien culpar por la debacle que enfrenta es a él mismo.
Desde que terminó la Convención Republicana, cuando sus seguidores esperaban que dejara atrás sus estridencias y empezara a comportarse como un candidato serio, Trump ha redoblado sus esfuerzos para alejar aún más a los votantes indecisos e incluso a muchos republicanos.
En lugar de enfocarse en su mensaje para resolver los problemas del país y atacar a Hillary Clinton en sus puntos débiles con argumentos de peso, el millonario ha actuado como una bala perdida. Incapaz de controlar su temperamento se ha enredado en peleas innecesarias como la que sostuvo con el matrimonio Khan, cuyo hijo murió como héroe en la guerra de Irak. Y en lugar de seguir los consejos de sus asesores y reforzar los lazos con los líderes de su partido ha optado por enfrentarse abiertamente con ellos como ocurrió con Paul Ryan y John McCain.
Más preocupante aún resultan sus declaraciones erráticas que sugieren que no está bien de sus facultades mentales, como la reciente acusación de que el presidente Obama y Hillary Clinton son los fundadores de ISIS para después retractarse y aclarar que se trataba simplemente de un sarcasmo.
A ello se agrega la interminable lista de propuestas anticonstitucionales o francamente imposibles de implementar, como la de impedir la entrada a todos los musulmanes, construir un muro en la frontera con México, deportar a 11 millones de indocumentados, implementar la técnica del ahogamiento simulado, matar a las familias de terroristas o llevar a Guantánamo a los ciudadanos estadounidenses acusados de terrorismo.
No ha habido en la historia de Estados Unidos, como bien lo dijo hace unos días el vicepresidente Joe Biden, un candidato a la presidencia tan ignorante y mal preparado. Por esa razón, un grupo de 50 republicanos expertos en seguridad advirtió en una carta que Trump carece del carácter, la experiencia y los valores para ocupar la Casa Blanca y su llegada al poder representaría un grave peligro para el país y para el mundo. Sólo resta esperar que muchos otros sigan el valioso ejemplo de este grupo que antepuso el interés del país por el de su partido.
**María Luisa Arredondo es la fundadora y directora ejecutiva de Latinocalifornia.com