
Redacción de Latinocalifornia
Lo que empezó como un pasatiempo, ahora pudiera convertirse en una fuente de trabajo para la familia Busio que por dos años han pintado la carita de miles de niños, no sólo con pinturas y pinceles, sino con talento y pasión de ver una sonrisa en el semblante de cada pequeño.
María Busio, inmigrante de México, lleva 14 años trabajando en una escuela de Los Ángeles como ayudante de maestra, pero parece que su verdadera vocación es ver una sonrisa en los rostros de los niños y ahora lo hace, prácticamente cada semana, cuando se enfrenta a una fila de pequeños esperando que les pinten un animalito o figura en su cara.
“Nunca pensé que fuera tan satisfactorio el pintar la carita de los niños”, expresó María, mientras dibuja un león en el rostro de unos de los pequeños. “Es entretenido y divertido, pero lo más bonito de todo esto, es ver la sonrisa de los pequeños cuando se miran al espejo y ven su carita pintada”.

Una vez que empezó a pintar las caritas de los niños en la escuela hace 3 años, algunas amistades le empezaron a pedir que participara en sus reuniones para pintar el rostro de los pequeños, y poco tiempo después, María decidió tomar una clase de diseño en el colegio para mejorar sus habilidades artísticas.
A partir de ese momento, María empezó amenizar y dibujar sonrisas en cientos de niños cada semana, ya sea en cumpleaños, fiestas y reuniones familiares, en el parque o casas particulares.
“Todo se ha ido dando poco a poco y ahora he pensado dedicarme de tiempo completo”, agrega María, quien ha enseñado el oficio a su hija y a su sobrina y ahora no hay fin de semana que no sean contratadas para dibujar sonrisas en los rostros de los niños y hasta de los padres.

“Si los niños están contentos, generalmente los padres también y eso nos da satisfacción”, agrega.
Uno de los eventos que más recuerda es el del Día de Los Muertos que organiza el cementerio Hollywood Forever donde el año pasado desde las 8 a.m., hasta las 11 p.m., realizaron por lo menos 300 figuras en las caras de los asistentes.
“Fue uno de los días más pesados porque la gente no paraba y no podíamos negarnos”, enfatizó. “Salimos cansados, pero más contentos de ver que toda la gente disfrutó del evento con sus caras pintadas, en su mayoría por nosotros”.

Una de las cosas que no le agradan a María es que en muchas ocasiones, los niños no quieren que se les pinte la carita, pero los padres se aferran y, en algunos casos, prácticamente los obligan, indicó, pero gracias a su habilidad con los niños, al final, siempre acaban yéndose con una sonrisa.
“Lo que menos me gusta ver es a un pequeño llorar, así que hago lo que más puedo para cambiar esas lágrimas por una sonrisa”, enfatiza.
Otro de los aspectos que la han hecho popular entre la gente es que sus precios son muy razonables y en ocasiones cuando una familia tiene varios niños y todos se quieren pintar, les da un buen descuento, ya que sabe que en estos momentos, la situación no es fácil para muchas familias, especialmente cuando se tiene varios hijos.

Sus costos van desde cinco dólares por trabajo hasta 150 por 2 horas en una reunión o evento; María dice que viaja a cualquier lugar del contado de Los Ángeles, pero la gente tiene que apartar sus fiestas por lo menos con tres semanas con anticipación debido a la gran demanda que tiene.
Para más información puede comunicarse al 323-867-4894