
Con su película “DREAL: Dreams Are Real”, la joven estudiante busca mostrar la verdadera cara de los “Soñadores”
María Luisa Arredondo
Han pasado ya más de dos décadas, pero Maribel Serrano tiene perfectamente grabada en su memoria la noche en que llegó a Los Ángeles, cuando era una niña de sólo cuatro años. “Recuerdo perfectamente las luces de la ciudad, los grandes edificios, el tráfico de las autopistas y los grandes anuncios por todos lados. Me sentí muy impresionada porque era algo que yo nunca había visto”, manifiesta aún con emoción la joven, nacida en México hace 25 años.
Aunque en ese entonces Maribel no se percató de que había cruzado de un país a otro, sí se dio cuenta que ante ella se abría un mundo no sólo diferente sino mejor. “Desde que llegué aquí con mi familia, sabía que mi vida cambiaría para bien y que aquí estaría más contenta”, dice sin titubear.
Atrás había quedado su pequeño terruño, Colotlán, en el estado mexicano de Jalisco, donde los recuerdos felices de Maribel se mezclan con otros de dolor. “Me acuerdo que mi casa estaba toda rodeada de verde, con muchas plantas y animales. Teníamos vacas, caballos y gallinas. Pero también me acuerdo que no estábamos tranquilos. Mi mamá sufría mucho porque mi abuelito, el papá de mi papá, era muy abusivo con ella y hasta le llegó a pegar delante de mi hermana y de mí. Fue por eso que mis padres tomaron la decisión de venir a Estados Unidos”, confiesa.
Aquí, la vida fue mejor en todos sentidos. Aunque su papá tenía un trabajo modesto, tanto ella como sus cuatro hermanos, dos de ellos nacidos en Estados Unidos, tuvieron oportunidad de estudiar y soñar con convertirse en personas productivas y felices.
Los problemas para Maribel comenzaron cuando cumplió 16 años y pensó en buscar un empleo para ayudarse con sus estudios.“Sabía que no teníamos papeles, pero realmente nunca me había puesto a pensar cómo me iba a perjudicar eso hasta que le comenté a mi papá que quería buscar un trabajo y él me dijo que me iba a llevar a sacar una tarjeta falsa de seguro social”.
La respuesta de su padre fue un tremendo golpe emocional para la joven. “Yo siempre me había sentido muy orgullosa de ser honesta, de no decir mentiras y el hecho de tener que sacar papeles falsos para algo tan simple como conseguir un empleo o una licencia de manejo me hizo sentir que era una persona que no valía”, confiesa con la voz quebrada.
A partir de entonces, la acompañó un sentimiento de vergüenza . “Me sentía como una criminal, como que estaba viviendo en una mentira, pero a la vez sabía que tenía que seguir adelante con mi vida y no darme por vencida. Conseguí primero un trabajo en una panadería y luego en un restaurante para poder pagar mis estudios”.

Desde muy pequeña, Maribel –de figura esbelta y larga cabellera oscura- se sintió atraída por el mundo de la televisión, así que, apenas terminó la preparatoria entró a la Universidad de Northridge a estudiar comunicación con la idea de convertirse en algún día en productora de un programa de noticias o de entrevistas “al estilo de Oprah”.
Sin embargo, el fantasma de su condición de indocumentada no dejaba de perseguirla, hasta que un día, por casualidad, se enteró de la existencia de los DREAMers. “Cuando supe que había muchos otros jóvenes que, como yo, habían llegado a este país porque los trajeron sus padres y estaban luchando para que el gobierno les diera la residencia legal, inmediatamente me contacté con ellos”. Para Maribel, fue como ver la luz al final del túnel.
Pronto, la estudiante se convirtió en una dedicada activista a favor de la causa de los “soñadores” y fue dos veces a Washington a parricipar en las manifestaciones a favor de los DREAmers. No obstante, sentía que podía hacer algo más. Fue así, como se le ocurrió una idea innovadora: producir un cortometraje de 30 minutos.
El resultado es “DREAL: Dreams Are Real” (Los sueños son reales). La idea fundamental de la película, escrita y producida por Maribel, es contar su historia a través de su propio testimonio y el de algunos de sus amigos y familiares para derrumbar el estereotipo de que los indocumentados son criminales.
“Lo que intento con este trabajo es que la gente vea que no soy una persona deshonesta sino trabajadora y con afán de superación y que, como yo, hay millones más de personas sin documentos. Básicamente lo que quiero es que la gente tome conciencia de que quienes no tenemos papeles somos como cualquiera de ellos y que muchos de ellos somos sus amigos, sus vecinos, sus compañeros de trabajo o de la escuela”, indica.
La película, para la que Maribel contrató al cineasta William Harris quien estuvo cargo de la dirección y la edición, empezó a difundirse a través de YouTube en diciembre de 2012 y la respuesta ha sido muy positiva. Según Maribel, la han visto ya más de diez mil personas e incluso ha llamado la atención de varios medios, pues la han entrevistado de Azteca América, el canal 22 de Los Ángeles y de una estación en Boston.
Aunque está consciente que la lucha para lograr una reforma migratoria es cuesta arriba, Maribel se mantiene optimista: “Creo que el hecho de que los latinos hayan votado en números muy altos en la pasada elección ha demostrado que tenemos poder político y por eso tanto el presidente como muchos congresistas presionarán para llegar a un acuerdo”.
Mientras tanto, Maribel indica que solicitó ya un permiso de trabajo, gracias a la aprobación de la llamada Acción Diferida que dará este beneficio a miles de jóvenes que llegaron a Estados Unidos de pequeños.
“Espero que me llegue pronto [el permiso de trabajo] y sé que, a partir de entonces mi vida será mejor. Lo único que busco es ser productiva y aportar lo mejor de mí a este país. Aunque vengo de México y estoy orgullosa de mis raíces, ahora pertenezco a Estados Unidos porque aquí he hecho toda mi vida”, asegura.
Aquí, el enlace para ver la película “DREAL: Dreams Are Real.