
Bertha Rodríguez
En lugar de alcanzar sus sueños de convertirse en profesionistas, miles de estudiantes de escuelas preparatorias del sureste del condado de Los Ángeles enfrentan un futuro incierto debido a las altas cifras de deserción escolar.
“No quiero ver a mi hijo destruído ni perdido en las calles. Es muy importante para mí encontrar ayuda. ¿Qué va a tener que hacer si no estudia: andar robando o en las pandillas?”, se pregunta entre lágrimas Blanca Barajas, a quien recientemente la consejera de la preparatoria Bell High School en Cudahy, le notificó que su hijo, quien cursa el grado 11, no se ha presentado a clases desde hace casi dos meses.
Tanto el padre de este estudiante como la madre trabajan y les queda poco tiempo para vigilar el desempeño escolar de sus hijos. Barajas comenta que este joven es al único de sus cinco hijos al que no le gusta ir a la escuela. Teme que su muchacho ande en malos pasos, bajo la influencia de sus vecinos, pues dos jóvenes de la misma familia no terminaron la preparatoria.
Una amiga le dijo que buscara apoyo en una oficina en Huntington Park pero esa oficina ya no existe. Ahora, angustiada y sin saber dónde pedir ayuda, Blanca Barajas comenta que recurrirá a activistas de su comunidad.
¿A dónde van los que dejan la escuela?
En comunidades de escasos recursos como las que componen las ciudades del sureste angelino, las razones por las que los jóvenes dejan la escuela son muchas.
El Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD), el sistema de educación pública que ocupa el segundo lugar como uno de los más grandes a nivel nacional, se ha esforzado, de acuerdo a sus representantes, por aliviar estos problemas. Sin embargo, aún hay mucho por hacer.
El LAUSD tiene programas para dar seguimiento al desarrollo escolar de los estudiantes que continúan asistiendo a clases pero muy poco se sabe de quienes dejan de ir a la escuela.
Marquez Reed, de 18 años, se considera afortunado. Hace dos años se graduó de la Huntington Park High School y ahora estudia enfermería en Cerritos College. Sin embargo, él fue testigo de cómo seis de sus amigos dejaron de ir a la escuela el año pasado.
Al preguntarle dónde cree que sus amigos estén ahora, responde: “probablemente estén en la cárcel o trabajando”. Admite que dejó de verlos y no sabe a ciencia cierta qué fue de ellos.
“Ellos necesitan más un trabajo que venir a la escuela”, dice Diana Jacobo, quien está a punto de graduarse de la preparatoria Huntington Park. “Otras estudiantes quedan embarazadas y ya no vienen”, agrega Stepanie Segovia, quien planea estudiar una carrera de negocios.
Una madre de familia que prefiere reservarse el nombre de ella y de su hija, informa que la joven de 18 años decidió cambiarse a la preparatoria de continuación San Antonio ya que en Huntington Park High School se sentía muy presionada en las clases de matemáticas porque le dejaban mucha tarea.
“Estuvo hasta el grado 11 en HPHS pero tenía muchas quejas de los maestros. Los alumnos no tienen muchas clases. Ahí hay muchos problemas”, indica. Esta madre dice estar preocupada porque en la nueva escuela le dijeron que la chica estaría en lista de espera para poder continuar sus clases y así poder graduarse. Desde hace dos meses no sabe hasta cuando podrá comenzar.
“Falta mucho por hacer”, reconoce el representante del LAUSD
En el caso de la Preparatoria Huntington Park ha aumentado la cifra de jóvenes que lograr graduarse. Según informa durante una entrevista con Latinocalifornia.com Tommy Chang, representante del Distrito 5 del LAUSD, si se compara el porcentaje de graduados desde hace cuatro años a la fecha, el número de jóvenes que han completado la preparatoria ha aumentado en un 24%.

De acuerdo a las cifras de Chang, en el 2009 se graduó un 40.1 % de jóvenes, es decir, la deserción fue del 59.9 %; en el 2010 hubo un 44.5 % de graduados con un 55.5 % de deserciones; en el 2011, se registró un 54 % de graduados frente a un 46 % de deserciones y en el 2012, hubo 64 % de graduados contra un 36% de deserciones. En lo que va del año escolar hay una proyección de los que están en camino a la graduación de un 60.4 % de graduaciones contra un 39.60 % de deserciones. Por ser un año que aún no concluye, estas cifras podrían cambiar.
Según estos datos, las cifras de graduación han aumentado en un 24 por ciento en los últimos 4 años, al ir de un 40 % en el 2009 a un 64 % en el 2012.
Respecto a las razones por las que los jóvenes dejan de asistir a clases, comenta que cada caso es diferente. Algunos se transfieren a escuelas de continuación que es una opción para los alumnos que están a punto de graduarse pero que corren el riesgo de no llegar a la graduación en el curso normal. Los requisitos para graduarse son los mismos pero tienen horarios más flexibles que les permiten obtener créditos más rápido. En las escuelas para adultos pueden obtener su GED o equivalente a diploma de preparatoria.
El grado noveno es decisivo para saber si los alumnos se van a graduar o van a concluir exitosamente su preparatoria.
En abril del 2011, John Deasy asumió el cargo de superintendente general del LAUSD, con la intención de reestructurar todo el distrito. Tommy Chang fue nombrado asistente especial y luego en junio del año pasado, representante del Distrito 5. Está a cargo de 135 escuelas del sureste del condado angelino, muchas de las cuales se caracterizan por un bajo aprovechamiento académico. Su trabajo es supervisar esas escuelas y mejorar los estándares de aprovechamiento.
Chang afirma que desde entonces ha habido cambios en el funcionamiento de HPHS con el nombramiento de nuevo personal que incluye a profesores y administradores, incluído el nombramiento de la actual directora Lupe Hernández.
A pesar de dichos cambios Tommy Chang reconoce que “hay mucho trabajo por hacer” y también admite que el número de deserciones aún es muy alto.
Para el 2012, el nivel promedio de graduación a nivel distrital fue de un 60 % y la meta era lograr un 68 %.
Algunas de las medidas para mejorar esta situación es el hecho de que los consejeros se reúnen de manera individual con los estudiantes y dan un seguimiento al desarrollo del alumno. Los estudiantes tienen una clase de consejería para hablar sobre los requisitos para graduarse y orientación para quienes planean ir al colegio. Existen clases en línea para que los estudiantes puedan obtener sus créditos. Hay más seguridad en la escuela para asegurarse que los niños y jóvenes entren a clases.
También existe una comunicación regular con los padres acerca del desempeño de los estudiantes. Le llaman el Plan Individualizado de Graduación. Les ayuda a decidir qué colegio o universidad les conviene de acuerdo a sus planes de estudio a nivel superior.
El asunto de la deserción es un asunto que se vive en todo el país, señala Tommy Chang. “Vemos este problema y necesitamos arreglarlo…Tenemos que cambiar la realidad y estamos viendo signos muy positivos en Huntington Park”, concluye.