Cómo cuidar a un ser querido con la enfermedad de Alzheimer

Cuidar a una persona con Alzheimer puede ser todo un reto, si no se está bien preparado para la tarea.

Los latinos tienen 1.5 veces más probabilidades de desarrollar Alzheimer que la población blanca no hispana, por lo que  usted o un ser querido pueden verse afectados por esta enfermedad.

Ser un cuidador de una persona que sufre Azheimer puede ser una experiencia gratificante, pero también puede resultar muy difícil. Por eso es importante que  tome tiempo libre para conservar la salud mental y prepararse para afrontar los desafíos. Hacer ejercicio, llevar una dieta saludable y socializar con amigos son actividades que favorecen su bienestar general. Incluso sólo tomarse unos minutos diarios para cerrar los ojos y respirar profundo puede ser un alivio, según la corporación Novartis Pharmaceuticals, que  ha iniciado una campaña para ayudar a las familias Latinas que tienen en casa un enfermo con Alzheimer.

El contar con información práctica y orientación profunda puede ayudar a las personas que cuidan a un paciente con Alzheimer a cumplir su tarea sin que esto resulte abrumador. Los siguientes cinco principios básicos pueden servirle como base:

Hable con el médico

Puede resultar difícil hablar con un médico cuando se está preocupado por un ser querido que quizás está padeciendo la enfermedad de Alzheimer. Anote previamente los síntomas que observa, como cambios en la memoria, el humor o el comportamiento para no olvidar la información que desea compartir con el médico cuando tenga la oportunidad.

Afronte la realidad

Usted es madre o padre, hijo o hija, empleado o empleada o se ocupa de las tareas domésticas. Estos roles y sus relaciones constituyen una parte tan básica de nosotros que rara vez pensamos en eso. Simplemente los aceptamos, hasta que la enfermedad de Alzheimer los hace cambiar. Y con esta afección, es de esperar que surjan cambios en los roles y las relaciones. Es posible que un cónyuge o un padre que solía ser independiente tenga que aceptar ayuda por primera vez en su vida. Un hijo puede tener que sostener a ese padre que siempre lo ha sostenido a él. Estas adaptaciones de roles pueden resultar complicadas, sobre todo al principio. Pero es posible hacer los ajustes necesarios para que se beneficien tanto usted como la persona afectada siempre que conserve la relación que los une en su mente.

Consiga ayuda

La atención del paciente trae aparejadas muchas emociones difíciles de manejar. Miedo a la dependencia, a la soledad, al aislamiento o sentimientos de culpa, rabia o depresión por parte del cuidador, todo puede formar parte de la experiencia. Por eso es  importante mantener abiertos los canales de comunicación con amigos y familiares y solicitar ayuda cuando la necesite. Puede encontrar más información a través de grupos de apoyo locales o consultando a un profesional de la salud mental.

Mantenga una actitud positiva

Una de las mejores cosas que puede hacer por usted como cuidador/a es cuidar de sí mismo, primero y ante todo. De este modo obtendrá la energía que necesita para cuidar a su ser querido. Cuando se trata de afrontar la experiencia del cuidado, trate de centrarse en los días buenos y en todos los recuerdos hermosos que conserva.

Conéctese con otras personas

Volver a conectarse con amigos y familiares, buscar apoyo en Internet y participar en la comunidad son todas buenas maneras de mantenerse socialmente activo y ver las cosas en perspectiva.

Al investigar lo más que pueda sobre la enfermedad de Alzheimer, también será capaz de atender adecuadamente las necesidades de su ser querido. Hay información disponible en su propio idioma, con una lista de recursos en www.alz.org/espanol.

Cuidar a un ser querido es un gran desafío, pero es un acto generoso y puede constituir una experiencia gratificante. Siéntase orgulloso de sí mismo y de la atención que brinda a quienes lo necesitan.

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