California lucha cuesta arriba para recuperar su brillo

El gobernador Jerry Brown asegura que California marcha ahora en el camino correcto para sanear sus finanzas.

María Luisa Arredondo

Gracias a los impuestos aprobados por los residentes de California el pasado 6 de noviembre, el pronóstico de las finanzas del Estado Dorado ha mejorado de manera sustancial.

En un reporte dado a conocer ayer por el analista legislativo, Marc Taylor, se especifica que el sistema escolar puede esperar ahora los fondos que tanto necesita para cumplir su misión e incluso que California puede empezar a ver un incremento de recursos en sus arcas públicas.

De acuerdo con Taylor, quien ofrece consejos apartidistas a los legisladores estatales, el deficit del gobierno californiano es ahora de 1,900 millones de dólares, un octavo de lo que creía se iba a enfrentar este año. La mayor parte del deficit  se debe a la caída en la bolsa de Facebook. Inicialmente se esperaba que esta compañía pagara unos 1,900 millones de dólares en impuestos, pero al final la suma será solamente de 1,250 millones.

Al conocer el reporte, el gobernador del estado, Jerry Brown, manifestó que California está ahora “en el camino correcto para tener un presupuesto sustentable y justo siempre y cuando ejerza una disciplina fiscal y pague su deuda”.

Taylor, por su parte, manifestó que California podría tener en unos años un superávit de 9 mil millones de dólares, siempre y cuando mantenga en orden sus finanzas. De lo contrario, advirtió, el estado podría terminar nuevamente con un déficit de hasta mil millones el presente año fiscal.

Luego de varios años de un creciente déficit fiscal, las  finanzas de California dieron un vuelco al aprobarse la Proposición 30, que es un plan temporal para elevar los impuestos a las ventas y a quienes ganan más. Se estima que esta medida proporcionará a las arcas estatales 6 mil millones de dólares. Los votantes aprobaron también la Proposición 39 que uniforma el método para que las corporaciones cumplan con sus obligaciones fiscales, lo que le dará al estado alrededor de mil millones de dólares para su fondo general.

No todo, sin embargo, es miel sobre hojuelas. Para un gran número de californianos los beneficios de estas medidas todavía están por verse. Una reciente encuesta de USC Dornsife/Los Angeles Times revela que el desempleo, los bajos salarios y la escasez de dinero preocupan sobremanera a muchos residentes del estado.

Un 35% de los encuestados dijo que la falta de trabajo les afecta a ellos directamente o a sus familias. Un porcentaje ligeramente más alto confesó que ellos o sus familias han sufrido recortes salariales y el 47% aseguró que han demorado la compra de un artículo mayor. Esta cifra es seis puntos más alta que la registrada el pasado mayo.

Algunos analistas como Kil Huh, director del Pew Center en Washington, subrayan que California está aún lejos de haber superado su crisis financiera.  Y como ejemplo cita que el estado tiene un sistema impositivo inestable y una de las calificaciones crediticias más bajas en el país.

A muchos otros analistas y ciudadanos les preocupa  lo que pasará una vez que expire el alza a los impuestos de la Proposición 30 y, sobre todo, que las autoridades mantengan la disciplina necesaria para no gastar más de lo debido.

“Como están acostumbrados [los políticos]  a disponer de recursos que no son de ellos, es muy probable que, dentro de unos años, volvamos a tener el mismo problema de déficit”, dijo Roberto Peña, un ingeniero residente en Irvine.

 

 

 

 

 

 

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