Buscan evitar que la educación sea víctima del abismo fiscal

El precipicio fiscal pone en peligro miles de millones de dólares para la educación.

Washington, 19 nov (EFE).- El temido “precipicio fiscal” de 2013 pone en peligro miles de millones de dólares para programas de educación, por lo que activistas del sector instan hoy al Congreso a que evite los recortes masivos en el gasto público.
El presidente, Barack Obama, que puso énfasis en mejoras a la educación primaria durante su primer mandato y ha apostado por la educación para la competitividad y prosperidad económica del país, afronta el desafío de evitar el despeñadero fiscal.
“La reelección del presidente Obama confirmó el apoyo de los estadounidenses a estas metas (educativas) y agradecemos la oportunidad que representa un segundo mandato porque aún queda mucho por hacer”, dijo hoy a Efe Marco Davis, director interino de la Iniciativa para la Excelencia Académica de los Hispanos de la Casa Blanca.
“No podemos simplemente recortar indiscriminadamente y pasar hambre para alcanzar la salud financiera a largo plazo. Es más importante que nunca que continuemos haciendo inversiones estratégicas en asuntos como la educación para la niñez, que sabemos que conduce a enormes dividendos a largo plazo”, enfatizó Davis.
Para la Asociación Nacional de Educación (NEA, en inglés) la aplicación de recortes sería como hacer cirugía con los ojos vendados y con un hacha, en vez de un bisturí.
Sin un acuerdo bipartidista en el Congreso antes de fin de año, el “precipicio fiscal”, esa combinación de una subida de impuestos y recortes masivos en el gasto público a partir del 1 de enero próximo, tendrá un innegable impacto en la educación.
“La NEA ha calculado que 9,3 millones de estudiantes estarían afectados de forma directa por recortes de casi 5.000 millones de dólares…. las elecciones ya pasaron y no nos vamos a olvidar. Recordaremos a los legisladores lo que está en juego para los niños en nuestra nación”, dijo Dennis Van Roekel, presidente de la NEA.
Los recortes automáticos en el gasto público amenazan con eliminar el 8,2 % de los fondos para buena parte de los programas del Departamento de Educación, aunque la mayoría de éstos entraría en vigor para el año escolar 2013-2014.
La Federación Estadounidense de Maestros (AFT, en inglés), un sindicato que representa a 1,5 millones de maestros y empleados públicos en todo el país, calificó de “devastadores” los recortes para los sectores de educación y salud.
“Al intentar salir de la peor recesión desde la Gran Depresión, es nuestra obligación evitar cualquier acción que cause la pérdida de empleos, impida las oportunidades educativas” y ponga en peligro la red de seguridad social, según ha dicho Randi Weingarten, presidente de AFT.
“No podemos tener prosperidad con recortes”, advirtió Weingarten.
Según la Oficina de Gestión y Presupuesto de la Casa Blanca (OMB, en inglés), sufrirían recortes los programas para escuelas primarias y secundarias; para el aprendizaje del inglés; para estudiantes discapacitados, y para programas de educación superior y vocacionales para adultos, entre otros.
En el área de educación, correrían peligro los programas que buscan aliviar el hacinamiento en las aulas, o que dan servicios extracurriculares y para niños discapacitados, según la OMB.
Por ejemplo, habría un recorte de 1.300 millones de dólares para programas contra la desigualdad educativa y más de mil millones de dólares para los programas de “educación especial” para discapacitados.
En las postrimerías de la contienda, la campaña de reelección de Obama distribuyó un panfleto que delineó cuatro prioridades suyas para, en aras de la competitividad económica, incrementar el número de graduados universitarios para el año 2020.
Esas cuatro prioridades son: la reducción del aumento en los costos universitarios por la mitad en la próxima década; la contratación y capacitación de 100.000 maestros de ciencias y matemáticas; el fortalecimiento del sistema escolar público, y la capacitación de dos millones de trabajadores en puestos creados por una alianza entre las empresas y los colegios universitarios.
Sin embargo, el mayor obstáculo de Obama, frente a una oposición que exige más medidas de austeridad fiscal, seguirá siendo la disponibilidad de fondos para financiar esas ideas.
Una encuesta del jueves pasado de la empresa Gallup indicó que el 68 % de los estadounidenses quiere que Obama centre parte de su atención en la educación, en un porcentaje similar al 71 % que obtuvo en 2008, cuando ganó la presidencia por primera vez.

 

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