
Los Ángeles (EFE).- Un manifiesto de unidad entre representantes de diversas etnias fue firmado el domingo para conmemorar los 20 años de las revueltas incendiarias en Los Ángeles que dejaron decenas de muertos y heridos.
“Con este acuerdo de unidad estamos diciendo que nos comprometemos a seguir trabajando juntos”, dijo Angélica Salas, Directora Ejecutiva de la Coalición pro Derechos Humanos del Inmigrante en Los Ángeles (CHIRLA).
“Esto es un llamado al compromiso de trabajar en unidad todas las organizaciones de todas las etnias junto a representantes de las instituciones, pero sabemos que hace falta más trabajo para que las condiciones de vida en nuestras comunidades mejoren”, afirmó.
Hace dos décadas multitudes enardecidas salieron a las calles de los barrios pobres de Los Ángeles para demostrar su descontento al conocerse el veredicto de absolución de miembros de la policía después de haber sido enjuiciados por una paliza propinada al ciudadano afroamericano Rodney King.
El incidente en el que King fue rodeado y golpeado por agentes del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) fue grabado en video el 3 de marzo de 1991, y el 29 de abril de 1992 al escuchar el indulto a los agentes policiacos por parte del juez de la corte estatal estallaron las revueltas en las que murieron 53 personas, hubo más de 2,000 heridos y miles de millones en pérdidas económicas.
“Nosotros como CHIRLA recomendamos a las autoridades que traten de buscarle solución al problema de la crisis social y racial en EE.UU., porque ese es un problema que está ahí latente”, indicó Salas.
“A eso se le suman la crisis por no buscarle solución a la situación migratoria de millones de personas que queremos que se integren plenamente a EE.UU, porque si no se atiende esa situación ahí están los ingredientes para que algo similar vuelva a ocurrir”, aseveró.
La firma del acuerdo se realizó al mediodía del domingo en la escuela Robert F. Kennedy de Los Ángeles en donde además la Coalición Estadounidense Coreana organizó entre los estudiantes un concurso de ensayos con el título “La Diversidad es Nuestra Fuerza”.
Entre los coautores del manifiesto de unidad se encuentran Charlie Beck, jefe del LAPD; Grace Yoo, activista de la Coalición Estadounidense Coreana; Eric P. Lee, reverendo de la Conferencia de Liderazgo Cristiano del Sur; Blair H. Taylor, activista de la Liga Urbana de Los Ángeles, y Amanda Susskind, directora regional de la Liga Anti-Difamación Judía (ADL).
“La gente tiene todo el derecho de protestar y nosotros como líderes tenemos una obligación de canalizar su enojo y sus inquietudes hacia acciones positivas”, explicó Salas.
“Nuestro deber no es negar lo que está pasando, nuestro deber es escuchar a nuestra gente y saber orientar de la manera más adecuada y sin violencia todo lo que sienten, ya sea con protestas en las calles, demandas legales o expresándose con el voto en época de elecciones”, afirmó.
Susskind, la directora regional de ADL, dijo que todas las comunidades étnicas en la ciudad de Los Ángeles vieron las revueltas incendiarias de hace 20 años “como una acumulación de malos entendidos entre comunidades y discriminación [racial]”.
“Muchos de los negocios incendiados fueron de la comunidad coreana y eso fue por largos años de mal entendimiento entre afroamericanos y coreanos, sumado a las décadas de que las comunidades afroamericanas no han sido atendidas socialmente de una manera apropiada”, analizó Susskind.
La directora de ADL recordó que la reacción violenta en las calles fue tan grande que la policía no pudo controlar la situación.
“Por eso es importante que la comunidad vea a los lideres caminar hacia adelante juntos, hombro a hombro, afirmando de esa manera que estamos trabajando juntos”, finalizó.