
El ex gobernador de Massachusetts, Mitt Romney, logró imponerse en las primarias republicanas del llamado Súper Martes, pero debido a que no logró aventajar de manera contundente a Rick Santorum en Ohio no pudo reclamar la nominación de su partido.
Hasta bien entrada la madrugada, Romney ganó el recuento de Ohio (63 delegados), al quedar con 38% y 37% para Santorum. Con esto, se anotó la quinta victoria del día. Los otros estados en los que triunfo son: Idaho (32 delegados), Vermont (17 delegados), Massachussetts (41 delegados) y Virginia (49 delegados.
Pese a la debilidad de su candidatura, Romney declaró que ganará la nominación y durante su discurso de victoria se dedicó a criticar las políticas del presidente Obama.
Hasta ahora, Santorum ha ganado las asambleas de Dakota del Norte, y las primarias de Tennessee (58 delegados) y Oklahoma (40 delegados), que representan un incentivo para sus aspiraciones de proseguir en la contienda.
Santorum también se enfocó en criticar a Obama, sin mencionar a sus rivales republicanos, en un obvio intento de demostrar que juega en las grandes ligas. “Tenemos una gran oportunidad de ofrecer un contraste en noviembre. Necesitamos un presidente que defienda a sus aliados y no vaya pidiendo disculpas por el mundo”.
Por su parte Newt Gingrich ha ganado Georgia y sus 76 delegados. El ex portavoz de la Cámara de Representantes había apostado allí toda su campaña, al decir días atrás que un victoria en su propio estado era crucial para su credibilidad como candidato viable. Aunque a la vista de su desempeño en el Súper Martes, con sólo un tanto en su pizarra, se hace difícil vislumbrar una estrategia para lograr la nominación.