La tía Trini…en un mundo de miel

Trinidad Terrazas Gastélum.

Por María Teresa Sarabia

Contar esta historia, me recuerda los cuentos de la infancia que mi madre mi leia.  Pues el inicio se parece a los de mis fantasías.  Había una vez, una mamá llamada Trinidad Terrazas Gastélum, que tenia varias hijas.  Una de ellas, Vanesa de entonces 3 años, estaba enferma, tenia bronquitis asmática.  Mamá Trini ya lo había intentado todo, idas al médico, medicinas, revisiones constantes, y nada parecía devolverle la salud a su pequeña.  Ella y su familia vivian en un pueblo cercano a Guadalajara, Jalisco, llamado Santa Anita.  Tenían colmenas en la huerta de su casa.  A mamá Trini, que siempre era ingeniosa, le vino entonces a la mente preparar de manera natural y utilizando la miel de las abejas, un remedio casero para curar a su niña.

“Con la miel, comencé a preparar un jarabe, y le agregué propóleo de abeja y extractos de hierbas expectorantes como: eucalipto, saúco, mirra y otras cosas.  Y con éste jarabe, ayudé a mi Vanesa a curarse.  Ya estábamos cansadas de ir con tantos doctores.  Le preparé este jarabe, y santo remedio.  Se acabó la enfermedad”, dice con gran orgullo.

La noticia de la recuperación de Vanesa corrió como reguero de pólvora entre la familia y sus amistades, y al  rato, todos querían ese “remedio milagroso” hecho por Trinidad, para curarse de la tos.

-“Al poco tiempo, la gente comenzó a pedírmelo y nos vimos en la necesidad de darle forma a la empresa que estaba naciendo.  Comenzaron a surgir ideas, los colores, las etiquetas, los frascos, todo en torno a esa maravilla dorada, la miel, con la cual, comencé a elaborar muchos productos para la salud”, comenta.

QUIEN ES “LA TIA TRINI”?

Pero Trinidad Terrazas Gastélum, no es una mujer improvisada.  Originaria de Huatabampo, Sonora, tiene estudios en Comercio, Administración, Apiterapia, Herbolaria, Aromaterapia, y Terapia Floral, Inglés, y Mercadotecnia.   Sus conocimientos, le sirvieron como base para saber enfocar sus metas, y encaminarse a alcanzarlas.

Y literalmente, ella “endulzó su vida” con miel.   Una aventura entre abejas, colmenas, miel y recetas para la belleza y la salud, apenas comenzaba.

Era el año de 1978, cuando  ese pequeño poblado llamado Santa Anita, vio surgir una empresa que endulzaría al resto del país.

-“Estos remedios se empezaron a recomendar a otras familias, amigos y personas fuera de nuestro entorno.  A la empresa le pusimos mi nombre, porque al cabo de un tiempo de regalar a mis amistades el jarabe casero que preparé, toda la gente lo conocía como el jarabe de la TIA TRINI”.

NACE LA INDUSTRIA “TIA TRINI”…

 Como imaginarían ustedes a la “Tia Trini”?  Quizá como un personaje de cuento, una bondadosa ancianita, con aspecto hogareño, bondadosa, y siempre dispuesta a ayudar a los demás.  Sobre este personaje, actualmente cada vez más popular, Trinidad Terrazas, comenta:

_”Me causa mucha gracia cuando la gente me conoce.  Piensan que soy una ancianita con el cabello blanco y sentada en una mecedora tejiendo.  El personaje existe, es de carne y hueso, y con toda la pasión para seguir en ésto que me encanta, y que me hace sentir bendecida”, comenta sonriendo al notar que dada mi pregunta, yo también creía en la descripción del personaje tal como ella lo mencionó.

Actualmente, los productos “TIA TRINI” abarcan mucho más que jarabes para aliviar la tos.  Y se producen en forma masiva y con apoyo de la alta tecnología, y avanzadas técnicas de mercadotecnia.  Tan es así, que en todo México, la marca goza de gran popularidad.

-“Comenzamos con un pequeño lugar donde extraíamos la miel, y ahora contamos con una planta de extracción y envasado con todas las normas de salubridad e higiene.  Nuestros empleados trabajan en un ambiente campirano, agradable, y relajante.  La planta de extracción está ubicada en Santa Anita, Jalisco, el pueblito que vio crecer nuestra empresa”.

Y agrega que los consumidores le tienen fe a sus productos, y siguen usándolos a 35 años de haberlos dado a conocer.

-“Les tienen fe y fidelidad.  Pues abarca una gama muy amplia de productos.  No solo medicinales.  Elaboramos jarabes de miel y menta, extractos de propóleo, energéticos con polen y jalea real, caramelos de miel y propóleo de eucalipto, de polen, bálsamo labial, shampoos, vinagre de manzana y miel, jabones, cremas faciales, y muchos más.   Todos hechos con materia prima derivada de las abejas y la naturaleza.  Sin conservadores, ni colorantes sintéticos.  La gente nos tiene en su cocina, su botiquín, y tocador”.

APRENDIENDO A VOLAR

Y como las abejas, Trini Terrazas, también aprendió a volar!  Los activos insectos lo hacen de flor en flor para extraer el néctar.  Trinidad vuela de industria en industria.  Ahora se desplaza de los productos, a la industria de los libros, y a la de la educación.

-“Tengo dos libros: uno sobre Aromaterapia, que es una guía práctica para el uso de los aceites esenciales, como utilizarlos en la vida diaria.  Lo escribí en el año 2000.  Y el segundo, llamado Los Consejos de la Tia Trini, donde abordo el tema de la Apiterapia y otras terapias naturales para conservar la salud.

Comparto con mis lectores mas de 30 años de experiencia con las abejas y sus productos.  El libro va por su segunda edición en dos meses.  Le agregué un capitulo sobre el vinagre de manzana y miel que elaboro, un producto natural extraordinario que nos evita muchas enfermedades y ayuda a bajar de peso sin riesgo”, dice con satisfacción.

Trinidad Terrazas constantemente investiga nuevas propiedades de cada elemento con el que trabaja, para continuar innovando y ofreciendo al público mejores productos.  Dice que los testimonios de quienes los han probado, son su mejor carta de presentación.

-“Tengo muchos testimonios de gente que ha consumido mis productos desde 1978, cuando surgió el primer jarabe para la tos que prepare para mi hija.  El agradecimiento de la gente, llena mi empresa de energía positiva y nos hace ser responsables de servir de forma autentica y honesta”.

Debo comentarles que conocí a la “Tia Trini”, vía Facebook.  Esa útil herramienta de comunicación que nos acerca de un país a otro sin fronteras.  Me llamó la atención su página siempre llena de consejos, de sus actividades comunitarias con universitarios, y su espíritu emprendedor.  Vi que constantemente publicaba artículos relacionados con abejas, y sus bondades, y antes de preguntar como contactarla directamente, una buena amiga, periodista jalisciense me propuso la idea.  Y  claro siempre  en busca de gente positiva, emprendedora, dinámica, y honesta, encontramos todos eso en Trinidad Terrazas.

UNA MUJER EMPRENDEDORA…

Con productos como las abejas, volando por todo México, resulta inevitable preguntar si tiene planes de cruzar la frontera hacia el norte.

-“Fíjate que si.  Quiero seguir creciendo y llevar mis productos a otros países.  Ya preparamos una infraestructura para poder abastecer al mercado internacional”, comenta.

Y agrega que a nivel personal, quiere escribir más libros, impartir más conferencias, participar en más programas de radio y televisión, promoviendo siempre las bondades de la Apiterapia y las terapias naturales.

TRABAJANDO CON PASIÓN…

Trini comenta que las mujeres ejecutivas de las oficinas, no son las únicas que pueden ser exitosas.

-“Todas las mujeres somos emprendedoras, trabajemos en casa o fuera de ella.  Somos organizadas, disciplinadas, entusiastas, trabajadoras y honestas, tenemos un sexto sentido para lo que emprendemos.  Somos empresarias natas.  Para organizar un hogar se requieren estas cualidades, y cuando decidimos emprender un negocio, ponemos en práctica lo aprendido en nuestro hogar”.

Dice que es una enamorada de su trabajo.  Por eso sus planes y sueños no tienen limites.  Ella desea alcanzar el mercado hispano de los Estados Unidos.

“Me gusta mucho la gente, y me gusta ayudar con mis conocimientos a llevar una vida saludable y productiva, para que valga la pena vivirla.  Esa es mi misión, y me siento privilegiada de saberla”.

Y como esa mamá de los cuentos, Trinidad Terrazas, seguirá alcanzando sus sueños, cumpliendo sus metas, y volando como las abejas, en busca de la miel.  Jamás imagino que aquella enfermedad de su hija, y las abejas, le revelarían el néctar de la vida.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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