La familia, clave de la fortaleza de la abogada Jessica Domínguez

La familia Domínguez comparte un momento con Aarón Rodríguez (quinto de izquierda a derecha) y sus padres, luego de haber logrado que al joven se le permitiera pemanecer en EUU. Aarón llegó a este país de pequeño, pero podía ser deportado en cualquier momento, a pesar de tener una enfermedad que ponía en peligro su vida.

Por Agustín Durán

Los Ángeles, CA.- El mes pasado la abogada Jessica Domínguez tenía que viajar a Tijuana, México,  con el fin de solicitar un perdón de las autoridades migratorias para permitir a Aarón, un joven de 20 años de edad, quedarse en Estados Unidos con su familia y, al mismo tiempo, cuidar de su enfermedad del corazón.

Al viaje no solo iba la abogada, sino también su esposo Javier Domínguez, quien se las ingenió para trabajar desde su teléfono inteligente; su hijo mayor de 25 años, que iba con su cámara y su iPad, y su hijo menor de 21, encargado de que todos los aparatos electrónicos de su mamá estuvieran siempre listos.

Cuando los clientes confían un caso a la abogada, particularmente si se requiere viajar a otro estado o país para ayudar a las personas, todos en la familia de Jessica Domínguez participan de alguna u otra forma, a fin de asegurarse de que ella solamente enfoque todos sus esfuerzos en el caso. La familia se encarga del resto.

Abogada Jessica DomínguezDurante el viaje a Tijuana, Javier –quien es un hombre de negocios que incluye un laboratorio dental–  manejó el automóvil. Después, en compañía de sus dos hijos, esperó por varias horas del  lado mexicano hasta que la abogada y la familia de Aarón terminaron la entrevista con inmigración.

El esposo de la abogada es un inmigrante originario de Perú que llegó a los 15 años a Estados Unidos. Luego de terminar la preparatoria  se casó con su  sweet heart Jessica, con quien procreó dos hijos.

Desafortunadamente el más  pequeño nació con un problema de comunicación, y cuando cumplió 3 años el médico les dijo que nunca hablaría. Ante tal situación,  la familia decidió que los planes de Jessica para convertirse en abogada tenían que esperar, pues tenía que dedicarse de tiempo completo a sus hijos.

Sin embargo, el matrimonio no s desalentó. Javier consiguió tres empleos para sacar a su familia adelante e incluso pudo mandar a sus hijos  a una escuela privada para que tuvieran una mejor educación.

Posiblemente esos fueron los tiempos más difíciles de la familia, que convirtió un reto –que en muchas ocasiones ha llegado a separar familias– en un lazo que los unió más. Hasta hoy, esa etapa es fuente de inspiración para todos. Tanto el  papá, como la mamá y el  hermano mayor empezaron a trabajar en ejercicios para ayudar al pequeño, quien con su esfuerzo y trabajo pudo revertir lo que la ciencia había pronosticado.

El esfuerzo de la familia fructificó con creces. El niño, quien es ahora un  joven,  no solamente logró hablar sino que terminó  la preparatoria, una meta que, según los médicos, era imposible que cumpliera. Ahora está a dos años de terminar la universidad, después de lo cual tiene pensado dedicar su vida a ayudar a niños y jóvenes con problemas como  los que él padeció al nacer.

Esta experiencia fue una de tantas pruebas por las que ha pasado la familia. Una vez que lograron superar este reto, Jessica, quien se había dedicado 15 años a sus hijos, mantenía vivo el sueño  de convertirse abogada.

Mientras tanto, Javier siguió trabajando largas horas a fin de proveer lo necesario para el hogar y para que su esposa pudiera alcanzar sus metas personales; después de todo, él sabía por experiencia propia lo mucho que satisface  el trabajo duro y el sacrificio, inclusive en áreas de alto riesgo.

En sus inicios como mecánico dental, Javier empezó a trabajar como chofer en una empresa donde se hacían piezas dentales, pero en pocos años  ya había  llegado a una de las posiciones más altas. Aunque ganaba bien, tomó la decisión de iniciar su propio negocio, a pesar de no haber muchas historias de éxito de pequeños empresarios en un área donde los asiáticos tenían el monopolio.

De igual forma, como en años anteriores le habían dicho que su hijo nunca iba poder hablar, a él sus supervisores le pronosticaron un fracaso. Incluso le dijeron que podía regresar cuando quisiera. Sin embargo, se quedaron esperando. Con el apoyo de su esposa e hijos logró establecer uno de los primeros laboratorios de mecánica dental establecido por un inmigrante latino. Hoy ya  tiene una cartera de clientes bien consolidada.

Por otro lado, su hijo mayor, quien se “había ido” de la casa a los 8 años porque no estaba de acuerdo con los time outs (castigos) que su mamá le imponía (aunque en realidad regresó dos horas más tarde por la ventana trasera y decidió que los time outs serían aceptados),  ahora es el brazo derecho de su madre.

Y es que en menos de un año, su hijo ha convertido a la abogada en la reina de las redes sociales en el campo de la inmigración en Los Ángeles.  Incluso, recientemente celebraron la visita número 100 mil de las decenas de videos que la abogada tiene en Youtube, Facebook y Twitter para que la gente se informe.

Además, su hijo es graduado de la universidad de Pepperdine en Ciencias Políticas y espera en 2014 seguir los pasos de su madre, ya que, si todo sale como está planeado, el joven  será el segundo abogado en la familia, especialista en leyes de inmigración.

El futuro abogado considera que acompañar a su mamá y apoyarla en todo lo que hace por ayudar a otras familias no es tema de discusión. Él sabe que su madre tiene una gran pasión por su carrera y por la gente, por lo que simplemente todos se ajustan a los horarios para poder estar con ella cuando lo necesite.

“Ella pospuso su carrera durante 15 años por nosotros, y siempre estuvo a nuestro lado”, recuerda. “Además no es que estemos pagando algo, simplemente es la forma en que nos educó, apoyándonos uno al otro y es lo que hacemos, estar ahí cuando ella o cualquiera de nosotros lo necesita”.

Debido al intenso trabajo,  la abogada muy bien pudiera trabajar las 24 horas del día y todavía le faltarían horas para terminar los innumerables casos que esperan en su escritorio. Pero es ahí donde su esposo y sus dos hijos entran otra vez al rescate y hacen lo necesario para que descanse. Es por eso que a las 8: p.m. diariamente el hijo menor es el encargado de recoger los aparatos electrónicos de su madre.

El día que Javier y sus dos hijos acompañaron a su madre a Tijuana para atender el caso de Aarón, el joven con el problema en el corazón, al terminar la junta con inmigración lo primero que hizo la abogada fue mandarle un mensaje de texto a su esposo para informarle la buena noticia.

Inmediatamente Javier comunicó a sus hijos el resultado. Luego, cuando encontraron a la abogada, sin pensarlo la felicitaron y se fundieron en un abrazo. No era para menos, su madre acababa de evitar la separación de una familia.

Debido a innumerables casos similares, la abogada fue descrita en una ocasión como El Ángel de la Justicia en inmigración. Sin embargo, ella dice que sus hijos y su esposo son los verdaderos ángeles, en quienes encuentra la fortaleza y la inspiración para seguir adelante.

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2 thoughts on “La familia, clave de la fortaleza de la abogada Jessica Domínguez

  1. Realmente la familia Domiguez es una inspiracion que todo se puede y felicidades Dios les Bendiga ………Abogada Jesica Dominguez un ejemplo de mujer latina para todos los que digan que no se puede madre ejemplar y sus esposo un luchador por su familia y sus hijos el mejor apoyo y agradecimiento a sus padres Dios les Bendiga nuevamente……..

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