Washington, D.C. (EFE).- El Congreso de Estados Unidos inició hoy el debate y votación definitiva de una prórroga de los recortes de impuestos a la nómina para 160 millones de estadounidenses, y de beneficios de desempleo hasta fin de 2012, en medio de disputas sobre cómo reducir el déficit.
La medida será votada primero en el pleno de la Cámara de Representantes y después en el Senado y, si es aprobada, será enviada al despacho del presidente Barack Obama. El Congreso prevé un receso legislativo la próxima semana.
La iniciativa incluye una extensión de los recortes de impuestos a la nómina en dos puntos porcentuales, de los beneficios de desempleo y del reembolso pleno para los médicos que participan en Medicare, un programa de cobertura médica para ancianos y jubilados.
Según el texto de la medida, la extensión de los recortes tributarios se traduce a unos mil dólares adicionales en los bolsillos de una familia típica en lo que resta de 2012.
También garantiza hasta 99 semanas de beneficios de desempleo, especialmente para los estados más afectados por la desocupación, pero el número de semanas dependerá de los reglamentos en cada estado de la nación.
Aunque en la Cámara de Representantes la mayoría de los republicanos ha aceptado a regañadientes el proyecto de ley –finalizado tan solo el jueves tras intensas negociaciones–, los del Senado han dejado en claro que votarán en contra.
En el Senado, debido a que los demócratas tienen una exigua mayoría, se requerirán al menos 60 votos, de un total de 100, para que la medida sea aprobada.
Si no consigue la aprobación en la Cámara Alta, la medida tendrá que esperar hasta después del receso legislativo. Los recortes de impuestos, aprobados de forma temporal en diciembre, vencen a finales de este mes.
Parte de la controversia se debe a que la medida añadirá unos 100,000 millones de dólares al déficit, que en la actualidad se sitúa en un billón de dólares.
En pleno año electoral, muchos republicanos temen que apoyar esta iniciativa los dejaría vulnerables a ataques de los activistas del movimiento ultraconservador Tea Party que, en aras de la austeridad fiscal, exigen recortes al gasto público.
Los congresistas ya habían aprobado una prórroga de dos meses en diciembre pasado, en parte para evitar el costo político de una subida de impuestos para la clase media en pleno año electoral.