
LOS ANGELES – El juicio contra el médico del fallecido cantante Michael Jackson llegó hoy casi a su fin cuando un jurado en la ciudad de Los Ángeles declaró culpable de homicidio involuntario al doctor Conrad Murray por la muerte del rey del pop, ocurrida en junio del 2009.
Murray, quien recibía 150 mil dólares por ser el médico de cabecera de Jackson, se había declarado “no culpable” de darle al ídolo una dosis fatal del anestésico propofol, que fue señalado como la causa principal de su muerte.
El jurado deliberó durante nueve horas antes de llegar a un veredicto unánime que fue presenciado por millones a través de la televisión y varios miles que se reunieron afuera del tribunal donde tuvo lugar el juicio, en el centro de L.A. Al juicio asistieron varios familiares del desaparecido, entre ellos sus padres y sus hermanos. Sus pequeños hijos, sin embargo, no estuvieron presentes.
La fiscalía argumentó en el juicio de seis semanas que Murray había cometido una grave negligencia en administrar el propofol a Jackson como una ayuda para conciliar el sueño. La sentencia contra Murray tendrá lugar el 29 de noviembre.
En tanto, los abogados de la defensa dijeron que el cantante se dio a sí mismo la dosis que causó su muerte.
Jackson falleció a los 50 años cuando preparaba una serie de conciertos como su regreso al mundo del espectáculo.