Riesgo en salud y pérdidas de empleos a consecuencia de los recortes en Medi-Cal en Ca.

Zarine Tarayan, directora de programas de Felices Días, Centro para Adultos de Cuidado de Salud Diaria (ADHC) en el sur de LA., le preocupa el futuro de sus más de 100 pacientes de la tercera edad y sus 25 empleados que aumentarán las filas de desempleo el próximo 1 de diciembre debido a los recortes de Medi-Cal.

Por Agustín Durán

Los Ángeles, Ca.- Con el cierre de los Centros de los Servicios del Cuidado de la Salud Diaria en California (ADHC) a partir del 1 de  diciembre, no sólo más de 35 mil personas de la tercera edad serán afectadas en cuestión de salud, sino más de 6,000 californianos pasarán a  incrementar las filas del desempleo.

Y es que alrededor de 310 centros donde por lo menos se emplean a 20 personas en cada uno, cerrarán sus puertas el próximo mes, lo que significaría un total de seis mil personas sin empleo justo para los días festivos de Navidad.

Zarine Tarayan, directora de programas de Felices Días, Centro  para Adultos del Cuidado de Salud Diaria (ADHC) en el sur de Los Ángeles, dijo que los días ya no son tan felices desde que se enteró que el centro puede cerrar sus puertas por el recorte a los programas de Medi-Cal, dejando en el limbo no sólo la salud de más de 100 personas de la tercera edad a los que sirve de lunes a jueves, sino a unos 25 empleados que trabajan para el centro.

“Lo que más nos preocupa es la seguridad de los abuelitos ya que sabemos que muchos no podrán sobrevivir mucho tiempo sin la atención adecuada en sus hogares”, expresó. “Pero al mismo tiempo me preocupan mis empleados ya que todos tienen una familia que cuidar y todos quedarán sin trabajo”.

Tarayan, con maestría en psicología, no dejo de mostrar su preocupación porque ella también quedará sin trabajo y como madre soltera tiene 4 hijos que mantener.

“La verdad nunca pensé que pudiéramos estar en esta situación. No en Estados Unidos”, explica la directora, quien subraya que ahora ya no importa si las personas tienen educación  o no, ya que actualmente conseguir un empleo es  un reto para todos.

“Posiblemente las enfermeras certificadas que tenemos podrían tener más oportunidad para conseguir trabajo más rápido, pero para los trabajadores sociales, los terapeutas, los conductores o trabajadores de servicio será más difícil”, explicó la directora.

De acuerdo al Departamento del Empleo y Desarrollo (EDD) de California en los últimos meses se perdieron 17,500 empleos en las áreas de salud, construcción, gobierno y educación.

Con esos antecedentes Josefine López, directora de actividades de Felices Días, dijo que también está preocupada  porque tiene 4 hijos menores de edad que alimentar, es madre soltera y vive en un cuarto donde paga 800 dólares de renta.

“Todos estamos pensando qué es lo que vamos hacer”, expresó López.  “No sólo por la seguridad de las casi 100 personas de la tercera edad a las que cuidan diariamente, sino porque con la ayuda que ofrece el desempleo será difícil mantener a la familia, pagar la renta y sacar para los gastos diarios”.

Actualmente la oficina del EDD  ofrece a las personas un máximo  de 450 dólares por semana durante seis meses, que se pueden extender si para esa fecha las personas no han conseguido empleo.

David Shulman, economista de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), indica que a nivel nacional las cosas no se miran favorables para el país, “Recesión o no, la situación laboral permanece horrible.  El porcentaje de gente incorporada a la fuerza del trabajo no aumenta y se pronostica que podría subir de 9.1% actualmente a 9.5% en los siguientes meses.

Por otro lado, a nivel de California, Jerry Nickelsburg, economista de UCLA indica que habrá un crecimiento lento, incluso subraya que en el área de empleos habrá un crecimiento de 2.1% para el 2012 y 2013, respectivamente.

Entre los profesionistas y empleados del centro que pudieran ser despedidos si es que la primera semana de noviembre una corte no dictamina lo contrario, están psicólogos, terapeutas, conductores, enfermeras, ayudantes de servicio y trabajadores sociales.

Mark  Atallah, trabajador social y con una madre que cuidar, una mensualidad de 1,800 dólares de su apartamento y seguro de auto y otros gastos que cubrir, indicó que a pesar de lo difícil que pudiera estar la situación, nunca pensó que al sector más vulnerable de la sociedad, el que lo dio todo en su momento y que ahora necesita más que nunca de nosotros, lo hayamos dejemos a la deriba”.

“En mi caso  yo rezo por mí y mis compañeros de trabajo para que suceda algo bueno y no perdamos el trabajo, pero por quien más rezo es por los pacientes”, indicó. “Estoy convencido que con el cierre de estos centros, lo único que se hará es acelerar la muerte y la llegada a las salas de emergencia o asilos de muchos abuelitos”.

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