“Bebés ancla”: más leña al fuego

La reinterpretación jurídica de la Decimocuarta Enmienda que negaría la ciudadanía por nacimiento a hijos de

Aurelia Fierros.

inmigrantes indocumentados es una idea que ha ganado ‘momentum’ entre los más prominentes republicanos del Senado y está siendo utilizada como una herramienta política en éste, que es un año electoral.

Esta semana, el tema resurgió con gran revuelo. El senador de Carolina del Sur, Lindsey Graham, quien en el pasado ha expresado su apoyo a una reforma migratoria, también enunció su intención de introducir una enmienda constitucional encaminada a negar los derechos de ciudadanía a los despectivamente llamados “bebés ancla”, mientras que el líder de la minoría Mitch McConnell, de Kentucky, y los senadores de Arizona, John McCain y Jon Kyl, se pronunciaron por que se realicen audiencias sobre el tema en el Congreso.

Bajo la Decimocuarta Enmienda, “Todas las personas nacidas o naturalizadas en los Estados Unidos y sometidas a su jurisdicción, son ciudadanos de los Estados Unidos y del Estado en que residen”. Adicionalmente, en el año 1898 se creó un precedente legal sobre los factores que determinan la ciudadanía de los Estados Unidos cuando una Corte Suprema del país, confirmó en el caso “Estados Unidos contra Wong Kim Ark” que “un niño nacido en los Estados Unidos de padres de ascendencia extranjera […] se convierte en ciudadano de los Estados Unidos en el momento del nacimiento.”

Sin embargo, quienes se oponen a la legalización de unos 11 millones de inmigrantes indocumentados que ya viven en los EE.UU., han ido más lejos, al estudiar incluso la posibilidad de despojar de la ciudadanía a los hijos de los indocumentados, con un efecto retroactivo. Argumentos como el estatus legal que guardaban los Nativos Americanos en los años 1800s se utilizan a menudo para justificar el por qué el solo hecho de haber nacido en este país, no debería garantizar la ciudadanía.

“En 1884, en el caso Elk v. Wilkins, el Tribunal Supremo dictaminó que la 14va Enmienda ni siquiera concedía la ciudadanía a los indios – debido a que estaban sujetos a una jurisdicción tribal, no a la jurisdicción de los EE.UU.”, escribió esta semana la columnista política Ann Coulter en Human Events, un sitio en la red de tendencias derechistas.

Aunque la exclusión de ciudadanía a los Nativos Americanos fue eliminada finalmente por la Ley de Ciudadanía Indígena de 1924 (Indian Citizenship Act of 1924), quienes hoy en día se oponen a cualquier tipo de amnistía o legalización, siguen utilizando éste y otros argumentos para dar una interpretación diferente de la Decimocuarta Enmienda, y establecer así su postura de exclusión.

A lo largo de la historia de los Estados Unidos, sólo se han ratificado 17 enmiendas en adición a las 10 originales ratificadas en la Carta de Derechos (Bill of Rights). Esto es, en 234 años de existencia como nación, la última enmienda aprobada se votó hace casi 20 años.

Pero Graham cree que el dilema que se enfrentaría para derogar la Decimocuarta Enmienda bien vale la pena, pues considera que otorgar la “ciudadanía por nacimiento”, es un error. En una reciente entrevista con Greta Van Susteren de Fox News, Graham explicó:

“Debemos cambiar nuestra Constitución y decir si usted viene aquí ilegalmente y usted tiene un niño, ese niño automáticamente no es un ciudadano…

“La gente viene aquí para tener hijos… [Vienen] a tener un hijo en Estados Unidos, cruzan la frontera, van a la sala de emergencias, tienen un hijo, y ese niño es automáticamente un ciudadano estadounidense. Eso no debería ser así. Eso atrae a la gente aquí por las razones equivocadas”.

El ex congresista y potencial candidato a la gobernación de Colorado Tom Tancredo es otro defensor de esta causa y ha hecho de la derogación de la 14va Enmienda, una misión. Algunos dicen que su empeño solo tiene que ver con su interés de impactar la elección de noviembre.

Pero otros siete intentos para la revocar o reinterpretar la definición de ‘ciudadanía’ en la Decimocuarta Enmienda y que han sido encabezados por el representante Brian Bilbray (R-CA), han fracasado. Más recientemente, Bilbray ha respaldado la Ley de Protección del Contribuyente de California de 2010 (California Taxpayer Protection Act of 2010), que intenta limitar los derechos y beneficios de niños ciudadanos de los EE.UU. que son hijos de inmigrantes indocumentados, mediante la redefinición de la competencia de la 14va Enmienda. Básicamente, ésta negaría el certificado de nacimiento a los niños de inmigrantes indocumentados nacidos en Estados Unidos y en su lugar, otorgaría un certificado de “Padres Extranjeros”.

Otro prominente miembro del Partido Republicano que se ha asociado a una posible iniciativa que revocaría la citada enmienda constitucional, es el autor del polémico proyecto de ley 1070, Russell Pearce.

“Es culpa de los padres”, expresó Pearce, en una entrevista con POLÍTICO. “Están violando la ley, y no se les debe recompensar”, dijo esa publicación el miércoles.

Pierce declaró que escribiría nueva legislación que negaría certificados de nacimiento a los hijos de inmigrantes ilegales nacidos en los Estados Unidos.

“Este es un esfuerzo orquestado por ellos [los inmigrantes ilegales] para venir aquí y tener hijos para acceder al gran estado de bienestar que hemos creado”, dijo Pearce a principios de junio a la revista Time. El legislador además planea introducir una iniciativa el próximo año, que requeriría que los padres indocumentados paguen cuotas para que sus hijos puedan obtener educación en las escuelas públicas.

Fortalecido por la notoriedad adquirida a través de la controvertida, pero popular SB1070, Pearce se concentra en una doble jugada para ganar la presidencia del Senado; una posición estratégica en el control de las iniciativas que pasan al pleno. Esto es, una posición que concentra un gran poder. Pero su táctica no es de extrañar, porque en un año electoral todo movimiento tiene que ver con una ganancia política.

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