Los peligrosos últimos días de Trump

María Luisa Arredondo.

María Luisa Arredondo*

Una tras otras las demandas entabladas por el equipo legal de Donald Trump para revertir los resultados electorales que le dan la victoria a Joe Biden han sido desestimadas por las cortes. Pero al mandatario poco le importa. Está decidido a seguir de manera indefinida con su reclamo de que fue víctima de un fraude, aunque ello socave la democracia y la economía de este país y, en consecuencia, la vida de millones.

Lo más grave es que Trump no está solo. En su loca aventura lo acompañan miembros prominentes de su gabinete y del Partido Republicano como el secretario de Estado, Mike Pompeo, quien aseguró hace unos días que Estados Unidos pronto será testigo de una tersa transición a un segundo periodo de Trump. Mitch McConnell, líder de la mayoría en el Senado, ha respaldado irresponsablemente las acusaciones de fraude, mientras que el veterano senador Lindsay Graham incluso se atrevió a llamar a las autoridades electorales de Georgia para pedirles que descartaran miles de votos por correo, presumiblemente a favor de Biden.

Como era de esperarse, la resistencia de los republicanos a reconocer el triunfo de Biden ha incentivado las quejas de los seguidores de Trump. Muchos de ellos se han lanzado a las calles para protestar y enfrentarse de manera violenta con quienes defienden al demócrata, lo que ha acentuado de manera peligrosa la polarización del país.

La seguridad del país también en serio riesgo. Debido a que hasta ahora Trump se ha negado a que su gabinete colabore con Biden para preparar la transición que deberá darse el 20 de enero, Estados Unidos está en una posición vulnerable que puede ser aprovechada por sus enemigos tradicionales como Rusia y China. Más preocupante resulta aún el hecho de que, en su desesperación por aferrarse a la Casa Blanca, Trump tome decisiones aberrantes como querer atacar abruptamente a otra nación. El New York Times publicó que la semana pasada Trump buscó opciones para iniciar una guerra con Irán. Hasta ahora, lo único que ha contribuido a que Biden no esté totalmente en tinieblas sobre lo que ocurre en materia de seguridad es que su compañera de fórmula, Kamala Harris, es todavía integrante del Comité de Inteligencia del Senado.

Por otro lado, preocupa también el hecho de que este clima de tensión se produzca en plena pandemia, cuando los equipos de Trump y Biden deberían trabajar más de cerca para derrotar al coronavirus que está fuera de control y ha cobrado ya casi 250 mil vidas en el país.  Biden ha sido muy claro en advertir que más personas pueden morir innecesariamente debido a esta falta de coordinación. De igual manera, la recuperación económica del país y el retorno a la normalidad tardarán más si no se controla el virus.

Es claro que para Trump y los líderes republicanos que insisten sin pruebas en deslegitimar las elecciones todo esto los tiene sin cuidado. Lo único que les importa son sus propios intereses, por lo que seguramente la historia les cobrará la factura.

*María Luisa Arredondo es la fundadora y directora ejecutiva de Latinocalifornia.com

 

 

 

 

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