
María Luisa Arredondo*
La tarde es cálida y luminosa y, a la entrada de la casa de Rosario Marín en la ciudad de Huntington Park, se esparce un intenso aroma a jazmines. Al abrir la puerta, la extesorera de Estados Unidos me recibe con su característica amabilidad, pero advierto en su voz una cierta pesadumbre.
Apenas nos acomodamos en la espaciosa sala, decorada con muebles de estilo clásico y figuras religiosas, me confiesa que literalmente está que no le calienta ni el sol.
El motivo: Donald Trump. Rosario, republicana de toda la vida, dice que bajo ninguna circunstancia votará por el nominado de su partido a la presidencia de este país. “Nunca, nunca votaré por el pequeño hombre naranja”, dice en referencia al millonario, al que ni siquiera llama por su nombre.
Con una evidente mezcla frustración y enojo, Marín asegura que su rechazo hacia Trump se debe no sólo a que la ha insultado a ella sino a la gente que ama y a la comunidad que representa. “Me ha ofendido como mujer, como inmigrante, como mexicana y madre de un hijo con discapacidad, ya con eso no le perdono nada, jamás le perdonaré esa ofensa”, dice con los ojos brillosos.
Rosario es madre de tres hijos, entre ellos de Erick, quien nació hace 30 años con síndrome de Down y fue quien la motivó a iniciarse en la lucha a favor de los niños con necesidades especiales. Ese fue el comienzo de una larga carrera política dentro del Partido Republicano que la llevó a ocupar diversos cargos, entre ellos el de concejala de Huntington Park y tesorera del país durante la administración de George W. Bush.
Vestida de manera casual, con un pantalón blanco y una blusa azul marino, Marín dice que aunque muchos líderes republicanos tomaron inicialmente a la ligera la candidatura de Trump, para los mexicanos como ella, se encendieron de inmediato las luces rojas.
El 14 de julio de 2015, menos de un mes después de que Trump anunciara su candidatura con la promesa de construir un muro en la frontera sur de Estados Unidos para impedir el paso a los mexicanos, a los que acusó sin distinción de ser narcotraficantes, violadores y criminales, un grupo de reconocidos latinos republicanos publicó una carta abierta dirigida al millonario.
La misiva empieza por rechazar categóricamente los insultos hacia los inmigrantes mexicanos y resalta las invaluables contribuciones de este grupo a Estados Unidos, tanto en tiempos de guerra como de paz.
Y agrega que su retórica divisiva y demagógica en contra de los inmigrantes es una desgracia .
“Los republicanos merecemos un abanderado que apele a nuestras mejores esperanzas, no a nuestros peores temores. Necesitamos un candidato presidencial que se enfoque en proponer soluciones reales a los problemas, no uno que tenga como estrategia de campaña el sensacionalismo y la demagogia”.
“Hoy más que nunca Estados Unidos necesita un presidente que nos una, no que nos divida. Usted falla en todos los sentidos… Por esa razón, no sólo ha perdido nuestro respeto y poder de compra, también ha perdido nuestro voto. Nunca lo apoyaremos, ni a su candidatura ni a sus empresas”.
Además de Rosario, algunos de los firmantes incluyen a Rubén Barrales, director general ejecutivo de GROWTH California; a Héctor Barreto, quien dirigió la Administración de Pequeños Negocios y es presidente de Hispanic Business Roundtable, y a Abel Maldonado, quien fue vicegobernador de California.
El hecho de que los esfuerzos de este grupo y de otros líderes republicanos para descarrilar la candidatura de Trump hayan resultado en vano es devastador para Marín.
Con su lenguaje xenófobo y racista, dice, Trump ha destruido la esencia del Partido Republicano y todos los esfuerzos para atraer a los latinos.
“En los últimos cuatro años hemos trabajado mucho para tener una cobertura amplia en la comunidad, para registrar y sacar a los votantes con representantes latinos en los estados más importantes para nosotros. Hemos hecho un trabajo excepcional que no se había visto antes, no había habido tanto dinero en la comunidad latina en estados claves para nosotros como Florida, Ohio, Colorado, Arizona, Carolina del Norte, Virginia y Nuevo México”, asegura Marín.
VOTO LATINO
Las encuestas indican que, en efecto, Trump enfrentará un enorme desafío con los latinos en las elecciones generales. Un sondeo de Fox New Latino publicado el pasado 20 de mayo señala que el 74% de este grupo tiene una opinión desfavorable del republicano. Sólo el 23% lo apoya, en contraste con el 62% que respalda a Hillary Clinton.
Debido a que los latinos son el grupo electoral de más rápido crecimiento, su voto se ha vuelto esencial para llegar a la Casa Blanca. En 2012, Barack Obama venció a Mitt Romeny entre los latinos por 44 puntos. En esta elección se estima que unos 27 millones de latinos son elegibles para votar.
De acuerdo con un estudio sobre el perfil de los votantes latinos a nivel nacional, encargado por Univision Communications, el 58% se declaró demócrata, el 26% independiente y sólo el 16% republicano.
Pese a la gravedad de la situación para los republicanos, Marín dice que a Trump esto le tiene sin cuidado debido a su ignorancia. “A él lo que le importa es su batalla, no le importa que el partido pierda la guerra por el voto latino y me preocupa mucho por lo que vi con la 187”, afirma.
Si alguien sabe lo que ocurrió a raíz de la Proposición 187 en California es precisamente Rosario, quien trabajaba como vocera del gobernador Pete Wilson cuando éste se encontraba en campaña para reelegirse en 1994.
Debido a que el estado atravesaba por una mala racha económica, Wilson apoyó sin restricciones la Proposición 187, que pretendía negar todos los servicios públicos a los indocumentados bajo la premisa de que éstos eran una carga económica. La medida fue aprobada por un margen de 59% a 41% en noviembre de 1994 y Wilson ganó la reelección.
No obstante, al otro día de su aprobación, una coalición de organizaciones encabezada por el Fondo Mexicoamericano para la Legalidad y la Educación (MALDED) y la Asociación Americana de Libertades Civiles (ACLU) entabló una demanda para impedir que entrara en vigor. En diciembre de ese año, la jueza federal Mariana Pfaelzer prohibió la mayor parte de las cláusulas de la Proposición. El argumento principal fue que la política de inmigración se dicta desde Washington, no desde los estados.
Aunque la 187 jamás se implementó, generó un profundo movimiento antirrepublicano entre los latinos. En octubre de 1994, una multitud estimada extraoficialmente en más de 100 mil personas tomó las calles de Los Ángeles para protestar contra la iniciativa. Miles de latinos que ya eran residentes y se habían resistido a convertirse en ciudadanos lo hicieron, al igual que los hijos de muchos indocumentados.
Como resultado de este movimiento, a partir de entonces California se convirtió en un estado azul. Desde 1994, sólo el republicano Arnold Schwarzenegger ganó en 2003 la gubernatura estatal.
PESADILLA PERSONAL
Para Marín, en lo personal, esos años fueron de pesadilla. “Fue horrible. No tenía amigos en ningún lado. En el Partido Republicano estaban contentos porque apoyaba al gobernador pero enojados porque estaba contra la 187. Y los demócratas estaban en contra mía por el gobernador pero contentos porque estaba contra la 187”.
Aún ahora muchos cuestionan el hecho de que Marín, quien nació en México y llegó a Estados Unidos a los 14 años, sea republicana y haya trabajado para Wilson en una época tan oscura para los latinos.
“Me hice republicana porque cuando empecé a trabajar en un banco de Beverly Hills, mi jefe de ese entonces, a quien yo admiraba y respetaba, me recomendó que así lo hiciera. Pero era la época del presidente Reagan y yo me sentí atraída por su discurso optimista e incluyente. Él decía que los latinos somos republicanos porque compartimos los mismos valores: el trabajo duro, la familia como base, el temor a Dios y el deber hacia los demás”.
—¿Y el apoyo a Wilson?
—Yo le tengo mucho agradecimiento porque en 1992, cuando había una recesión tremenda y el estado tenía un déficit de 14 mil millones, él tuvo que cortar gastos y aumentar los impuestos. Nadie quería esto pero California quedó en las mejores condiciones, él hizo un trabajo excepcional. Pero lo que más le agradezco es que cuando recortó los servicios no lo hizo para los discapacitados, al contrario, los aumentó. Eso nunca lo voy a olvidar y le voy a estar eternamente agradecida. Fue algo muy personal, no sólo por mi hijo Erick sino por todos los que tienen necesidades especiales.
Marín precisa que a raíz de la 187, muchos líderes republicanos entendieron la importancia de ser más tolerantes e inclusivos. El ejemplo más destacado, afirma, es el presidente George W. Bush
“Nunca hemos tenido una mejor opción de reforma migratoria que con el presidente Bush, estuvimos a un voto del Senado, él entendía perfectamente a la comunidad latina y su importancia para hacer de esta una economía vibrante. Yo creo que tuvimos un mandato muy claro por parte de él; el Partido Republicano vio que el acercamiento con la comunidad latina era genuino”.
ATAQUES A MEXICANOS
Hoy los intentos de acercamiento del Partido Republicano con los latinos son históricos. La candidatura de Trump ha reforzado la idea de que los indocumentados, especialmente los de origen mexicano, son indeseables.
—¿A qué se debe que Trump haya elegido específicamente a los mexicanos para atacarlos desde el inicio de su campaña?
—Él empezó a arremeter contra el gobierno de México y en general contra todos los mexicanos porque tenía allá un proyecto de construcción que no le funcionó. Pero esa es la peor forma de usar una campaña política para cobrar una deuda personal de negocios, esa es mi percepción.
Marín agrega que la estrategia de usar como chivos expiatorios a los inmigrantes es una práctica muy antigua que no ha dejado de usarse porque siempre funciona.
“Es la política que se ha usado a través de toda la historia. Ocurrió con los polacos, chinos, italianos, cada ola de inmigrantes nuevos es el chivo expiatorio, a veces de demócratas y a veces de republicanos. Los latinos somos ahora las víctimas porque somos la última ola y por eso nos acusan de que venimos a quitarles el bienestar a los que ya están aquí. Pero eso no es cierto. Los inmigrantes contribuyen mucho a la economía de este país”.
—¿Qué va a pasar con el Partido Republicano?
—Después de la 187 hoy sabemos lo que pasa cuando los políticos y los partidos utilizan a nuestra comunidad. Lo que pasó en California va a repercutir en otros estados. Vamos a perder el voto latino por muchos años. Tendremos que encontrar a alguien mejor que George W. Bush, que fue el que tuvo más votos latinos incluso que Reagan, que fue el que dio la amnistía. Casi un santo republicano. El daño es muy grave.
**María Luisa Arredondo es fundadora y directora general de Latinocalifornia.com
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