Alicia Machado encaró a un bravucón

Alicia Machado, ex Miss Universo, tras su ceremonia de naturalización como ciudadana estadounidense. Ha prometido no votar por Donald Trump, luego de la serie de ofensas que ha recibido del magnate. Foto: Tomada de internet.
Alicia Machado, ex Miss Universo, tras su ceremonia de naturalización como ciudadana estadounidense. Ha prometido no votar por Donald Trump, luego de la serie de ofensas que ha recibido del magnate. Foto: Tomada de internet.

Lynn Tramonte*

Claramente, Alicia Machado tiene enfurecido visiblemente a Donald Trump. Él se levantó temprano la mañana del viernes pasado e inmediatamente empezó a tuitear más basura acerca de ella:

Donald J. Trump @realDonaldTrump: Wow, Crooked Hillary was duped and used by my worst Miss U. Hillary floated her as an “angel” without checking her past, which is terrible!

Donald J. Trump @realDonaldTrump: Using Alicia M in the debate as a paragon of virtue just shows that Crooked Hillary suffers from BAD JUDGEMENT! Hillary was set up by a con.

Donald J. Trump @realDonaldTrump: Did Crooked Hillary help disgusting (check out sex tape and past) Alicia M become a U.S. citizen so she could use her in the debate?

Machado se está convirtiendo rápidamente aquí en un apellido muy familiar, por la misma razón que la familia Khan es ahora conocida en todo Estados Unidos.

La señora Machado ha tenido experiencia personal directa con el racismo y el sexismo de Donald Trump, y ella se ha atrevido a hablar. Lo avergonzó frente a una audiencia nacional. Y, como el bravucón que es, respondió de la única manera que sabe: con mentiras e insultos. Mientras tanto, sus amigos —llamados líderes republicanos— lo están respaldando en lugar de confrontarlo.

Imaginen la escena: un patio de escuela lleno de niños durante el recreo. Luego de años de aguantarlo, La Mujer finalmente enfrenta al Gran Bravucón. Ella lo hace valientemente. Lo hace frente a todos. ¿Cómo reacciona este Gran Bravucón? Él arremete con el fin de afectar los aspectos más vulnerables de ella. La imagen de su cuerpo. Su sexualidad. Su derecho a estar en este país.

Los aliados del Gran Bravucón —en este caso Newt Gingrich y Paul Ryan, entre otras figuras republicanas nacionales— se le unen en el escarnio o se colocan silenciosamente en su apoyo. Ciertamente no se ponen del lado de La Mujer y sí lo respaldan a él.

En el Momento Machado de Trump, los estadounidenses están viendo no solamente cómo se comporta este hombre: su temperamento, su forma de considerar como objetos a las mujeres, su evidente racismo. También están viendo cómo los “líderes” republicanos abordan el tema. Hasta el momento, lo siguen respaldando. Vaya forma de manchar a su partido.

Como lo puntualizaron Ryan Grim y Emily Peck en el Huffington Post, sería “justicia poética” si los obsesivos ataques de Trump contra dos inmigrantes —Khizr Khan y Alicia Machado— fueran el detonante del fracaso de su campaña.

En este hermoso texto “Por todas las ‘Señoritas Empleadas de Limpieza’, entre ellas mi mamá”, mi amigo Gabe Ortiz escribió: “cuando Donald Trump intenta denigrar a Alicia Machado al decirle “Señorita Empleada de Limpieza”, es algo personal. Donald Trump no sólo la insulta a ella, sino me insulta a mí y a muchas otras ciudadanas estadounidenses empleadas de limpieza y trabajadoras domésticas que son nuestras madres. Nuestro mensaje para Donald Trump debe ser claro: no olvidaremos y vamos a votar”.

En vida, cuando El Gran Bravucón finalmente sea vencido, sus aliados que lo defendieron caerán también con él. Y esos son ustedes, líderes republicanos.

Los votantes, enfadados por los ataques de Trump contra mujeres, inmigrantes, musulmanes y otros estadounidenses —incluso familias de militares y jueces— no solamente están horrorizados y enojados con Trump el Bravucón. Su complicidad —activa o en silencio— también los llena de coraje.

*Lynn Tramonte es subdirectora de America’s Voice

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