Los condados necesitan dinero para mantener saludable a California (opinión)

New America Media, Op-ed, Viji Sundaram,
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Bajo el presupuesto revisado del gobernador Brown, los condados podrían perder financiamiento de la atención de salud esencial que dejaría a millones de californianos sin acceso al cuidado medico.

Se estima que entre 3 y 4 millones de personas, o el 10 por ciento de la población del estado, la mayoría de las comunidades étnicas, seguirán sin seguro en 2014, según un estudio realizado por UCLA y UC Berkeley. Algunos de ellos – estimado a ser 1 millón – serán excluidos de los programas de salud públicos por la ley federal porque son indocumentados. Algunos no serán elegibles para Medi-Cal, el programa de salud financiado por el gobierno federal y estatal para personas de bajos ingresos. Otras personas que podrían calificar para comprar una cobertura en el mercado de seguro de salud podrían perder el período de inscripción abierta o simplemente no ser capaz de pagar.

Y, por supuesto, hay los que deciden tomar un riesgo y no comprar seguro de salud, porque estan saludables y jóvenes o, como dice Shannon McConville, investigadora asociada del Instituto de Política Pública de California (PPIC por sus siglas en inglés), “quienes sólo no están familiarizados con el seguro de salud”.

Sin importar la razón por permanecer sin seguro, la carga de su cuidado caerá a las redes tradicionales de seguridad del estado: los hospitales públicos, salas de emergencia, centros de salud del condado o clínicas comunitarias.

Para muchos californianos de bajos ingresos, “los condados son proveedores de último recurso”, señala McConville.

El presupuesto revisado del gobernador Brown ha propuesto cambios en cómo el estado asigna cerca de $ 1.4 mil millones en fondos a sus 58 condados para cuidar a sus residentes de bajos ingresos. Brown cree que con el tiempo, el estado debe ser capaz de reducir ese dinero, a medida que más de las personas sin seguro medico lo obtengan bajo Obamacare.

El estado estima que los ahorros del primer año para los municipios serían unos $300 millones, $900 millones el próximo año y casi $1.3 mil millones en el tercer año. Esos ahorros se transferirán de los programas de salud del condado, dice la administración de Brown, una sugerencia que no apoyan los funcionarios del condado que argumentan que los condados que administran sus propios hospitales y clínicas podrían ser seriamente afectados.

Defensores de la salud dicen que para los muchos que pasan desapercibidos aun después de la plena aplicación de Obamacare, debe existir una red de seguridad similar a la del Programa de Salud de Bajos Ingresos (LIHP por sus siglas en inglés). LIHP es el programa “puente”, creado en 2010 para ayudar a personas de bajos ingresos a obtener cobertura de salud. Unas 623.000 personas se han beneficiado de este programa, personas que de otra manera se hubieran mantenido sin seguro. Los programas de LIHP expiran el 31 de diciembre de 2013. LIHP ofrece más que atención episódica y cuidado de sala de emergencia para las personas sin seguro. Ofrece un “camino viable para cumplir con el objetivo de proporcionar acceso a la atención y cobertura a los californianos independientemente de sus ingresos o estatus migratorio”, según Anthony Wright, director ejecutivo de Health Access.

LIHP es sólo un programa administrado por el condado, pero para hacer un impacto significativo en el número de californianos sin seguro, es “importante mantener el acceso a (otros) servicios de redes de protección de salud”, afirmó McConville de PPIC.

Dejar que los condados manejen el dinero que se ahorra cuando Obamacare se aplique plenamente es una manera de hacer eso.

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