
Estudiantes de la universidad de Fullerton llegan por cuarta ocasión a Maywood para tratar de romper un ciclo de fracaso escolar entre los jóvenes del área.
Los Ángeles, Ca.- Cientos de padres de familia, en su mayoría mujeres, jóvenes y niños de todas las edades escolares, disfrutaron de todo un día de fiesta académica a ritmo de estudiantes de maestría, quienes tenían como objetivo que los estudiantes de Maywood y de áreas circunvecinas adquirieran la información necesaria y se motivaran para ir a la universidad.
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La Feria de Educación de Maywood fue organizada por los estudiantes universitarios de Fullerton, quienes llegaron desde semanas antes a la ciudad para platicar con los jóvenes y ver que es lo que necesitaban y así poder cumplir con esas necesidades.
De esa forma, los estudiantes de Fullerton no sólo trajeron información para los estudiantes de preescolar y de preparatoria, sino para los padres de familia y para los estudiantes adultos que por cualquier razón no han podido terminar el colegio.
Una de las mejores testigos del valor de la educación fue Wendy Ascencio, quien a pesar de tener una infancia difícil, dos hermanos en pandillas y uno de ellos en la cárcel, pudo obtener su maestría.
“Generalmente cuando los padres participan en esta clase de eventos, a los hijos les va bien en la escuela”, expresó la joven residente de Maywood por 30 años, y quien con un nudo en la garganta casi le suplicaba a los padres que no dejaran de apoyar a sus hijos en la educación.

“No les estoy diciendo que es fácil”, enfatiza. “Pero si lo quieren si se puede lograr”.
Sergio Hernández, uno de los coordinadores del evento, indicó que desafortunadamente en las ciudades de bajos recursos, siempre hay más limitaciones y en muchas ocasiones los jóvenes no encuentran ese apoyo que se necesita para estimularlos desde pequeños y empiecen a pensar en ir a la universidad.
Agregó que lo que busca principalmente es romper un ciclo que ha hecho que en Maywood el 48% de los estudiantes no terminen ni la preparatoria.
Luego de la ceremonia de apertura, los participantes fueron divididos en grupos de kinder a 5o. año, educación intermedia, preparatoria, padres de familia y estudiantes mayores de edad que todavía sueñan en terminar un día su escuela.

El objetivo no era sólo mostrarle todas las posibilidades y programas que hay para que las personas de bajos recursos, con residencia o sin ella, obtengan un titulo universitario, sino además era animarlos, despertarles una vez más ese gusanito de terminar lo que un día iniciaron y así mejorar sus vidas.
Oscar López tiene promedio de 3.8 en la preparatoria y llegó al evento porque quiere asegurarse de tomar todas las materias necesarias para poder ir a la universidad. Sus opciones no son cualquier colegio ya que él quiere ir a las mejores, incluyendo Harvard, Yale o Stanford.
“Quiero empezar cuanto antes y gracias a estos talleres te das cuenta que si se puede hacer… lo importante es tener la información correcta y enfocarte en tus estudios”, expresó el joven, quien también trabajó como voluntario en el evento.
En los talleres de los padres de familia, varias personas dieron sus testimonios de cómo le hicieron para que sus hijos llegaran a la universidad, compartieron sus experiencias y pidieron al resto de sus asistentes que no se rindan ya que sus hijos tarde o temprano entenderán que todo lo que hacen es en beneficio de ellos.

En cuanto a los estudiantes que por alguna razón no se han graduado y ya son mayores de edad también se tocaron temas de los retos del idioma y la falta de documentos; además hubo testimonios de profesionales que posiblemente tomaron el doble de tiempo para graduarse, pero nunca claudicaron.
Una de los ejemplos más impactantes fue el de Adelita Rivera que a sus 59 años recibirá su maestría.
La madre soltera indicó que fueron años de lucha y frustración, pero también de mucho éxito ya que aunque le costó el doble de años que un estudiante normal, el esfuerzo valió la pena.

El ambiente fue tal que el alcalde de la ciudad Edward Varela dijo que “ojalá el evento se hiciera dos veces al año”, mientras que la vicealcaldesa, Verónica Guardado, subrayó la importancia que tienen ese tipo de eventos, principalmente para los niños, edad donde tiene más impacto y donde se inicia la diferencia para un mejor futuro.
Pero fue el concejal Oscar Magaña, quien dijo que el evento tenía un significado especial porque cuando él fue aceptado en la universidad, lo primero que le dijeron sus padres, en lugar de felicitarlo, es que ellos no podían pagar el colegio.
“En muchas ocasiones algunos padres no sabemos todas las oportunidades que existen para que los jóvenes se sigan superando y eso limita mucho a los jóvenes”, explicó Magaña, uno de los concejales más jóvenes que ha tenido Maywood.
El evento, que se inició a las 11 de la mañana, terminó a las 3 de la tarde con la participación de Jessica Barco, fundadora del programa hace 4 años y la entrega de siete becas por 250 dólares para algunos estudiantes destacados del programa.