Los Ángeles, 28 sep (EFE).- El sheriff de Los Ángeles, Lee Baca, no evitó abusos contra presos de las cárceles del condado, por lo que es necesaria una reforma profunda para subsanar las fallas de liderazgo, concluyó un informe dado a conocer hoy.
El reporte, elaborado por la Comisión Ciudadana sobre Violencia en las Cárceles, recomienda más de 60 reformas, incluyendo cambios en el manejo de las cárceles, sanciones más fuertes por exceso de fuerza y deshonestidad y la creación de un grupo civil de supervisión.
“A través de los años, algunos oficiales han visto la fuerza como una forma de representar su autoridad sobre los reclusos y de establecer ‘quién manda en las cárceles’, más que un último recurso en respuesta a un comportamiento problemático”, asegura el informe.
El documento responsabiliza a Lee Baca y a su equipo de comando por la aplicación rutinaria de fuerza excesiva contra los reclusos y recomienda que las entidades de vigilancia se consoliden en la Oficina del Inspector General, que reportaría directamente a la Junta de Supervisores del condado.
Otra recomendación presentada por la comisión sugiere la designación de un nuevo director de custodia con suficiente experiencia en el manejo de cárceles de gran tamaño, quien reportaría directamente al alguacil.
También se pide que se establezca una “política firme de cero tolerancia contra actos deshonestos” cometidos por los carceleros y que se cree una fuerza separada de custodia, con miembros especializados que desarrollarían sus carreras en vigilancia carcelaria.
El Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles, además de prestar servicios de policía a más de 40 ciudades y áreas no incorporadas del condado, “maneja el sistema más grande de cárceles del país, que incluye ocho instalaciones con algunos de los más peligrosos y violentos presos y pandilleros rivales de la nación”, anotó el informe.