¿Eres empresario o empre-esclavo?

Carlos Flores.

Una de las preguntas que le hago a mis clientes en la consultoría privada es: ¿por qué razón empezó su negocio? Las respuestas suelen ser tan variadas como: “quiero darle un mejor futuro a mi familia”, “quiero comprar una casa”, “quiero pasar más tiempo con mis hijos” o “quiero ganar más dinero”. Todas estas razones tienen algo en común: libertad. Lo que muchas veces sucede es que en la alocada carrera de los inicios de un negocio, al tratar de aumentar las ventas, darle un buen servicio al cliente y mantener el control de las actividades, esa búsqueda de libertad se va esfumando y el empresario termina convirtiéndose en esclavo de su propio emprendimiento. Esto se vuelve un círculo vicioso: no tengo libertad porque tengo que trabajar y tengo que trabajar para obtener libertad.

Son cuatro las características que diferencian a un empresario de un “empre-esclavo”. ¿Quién de los dos eres tú? Ponte a prueba, estas son las distintas maneras en las que ambos piensan:

Empre-esclavo: “nadie hará el trabajo mejor que yo”

Empresario: “crearé un equipo de personas que sean mejores que yo o que tengan el potencial para serlo”

Empre-esclavo: “tengo que hacer el trabajo por mi propia cuenta”

Empresario: “solamente me comprometo a realizar proyectos que puedo delegar y supervisar”

Empre-esclavo: “no puedo confiar en las habilidades de otras personas”

Empresario: “confío plenamente en mi equipo, los motivo y los entreno constantemente para que sean mejores”

Empre-esclavo: “mi negocio me está volviendo loco, ¡no tengo tiempo para mi familia!”

Empresario: “primero me aseguro de dedicar tiempo de calidad a mis seres queridos; si yo estoy bien, mi negocio estará bien”

Muchos comenzamos nuestro pequeño negocio con la idea que será una plataforma para desarrollar nuestros talentos y generar un buen ingreso. Cuando comencé mi negocio de publicidad, tenía muchas ganas de mostrar mi talento como diseñador gráfico. Pude hacerme de varios clientes rápidamente; a mis clientes les gustaban los proyectos publicitarios que hacía para ellos, no solamente porque eran bellos, sino que además les generaban enormes ganancias. Llegué al punto de tener una cartera de clientes bastante amplia, por lo que tenía que hacer diseño gráfico, visitas, llevar la contabilidad, contestar y hacer llamadas, enviar mensajes electrónicos y muchas  otras tareas. Después de trabajar durante doce horas llegaba al final del día cansado, desesperado y con un montón de tareas pendientes para hacer al día siguiente. Era un empre-esclavo.

Fue hasta que comencé a contratar empleados que la cadena de la esclavitud empresarial empezó a romperse. Primero contraté una asistente, ella me ayudaba a hacer y recibir llamadas, a contestar correos electrónicos y a organizar mis citas. Cuando tuve más tiempo libre pude dedicarme a hacer ventas. Una vez que incrementé el flujo de ventas logré contratar un asistente de diseño gráfico, y ese fue el comienzo de un maravilloso equipo de personas el cual ha ayudado a hacer crecer mis emprendimientos. Muchas veces me han preguntado, ¿Carlos cómo puedes hacer tantas cosas? Mi respuesta es: “no lo hago todo yo solo, ¡tengo un equipo excelente!”

El primer paso para romper con el ciclo de ser “empre-esclavo” es tomar nota de las actividades diarias que realizas. Cuando tengas la lista, analiza cuáles de esas tareas diarias puedes delegar. Tus labores principales como empresario son: generar ventas (o crear un equipo que lo haga), entrenar y motivar a tu equipo de trabajo y dirigir tu empresa con una visión clara. Al examinar tus labores diarias te darás cuenta de que muchas de ellas no te llevarán a cumplir con tus labores principales.

Si quieres experimentar hoy mismo un cambio radical en tu vida empresarial,  comienza por delegar el doble de las tareas que generalmente delegas. Confía en tu gente, entrénalos constantemente y motívalos todos los días, al hacerlo estarás en camino a convertirte en un verdadero empresario.

Carlos Flores es escritor y conferencista, para más información visite CarlosFlores.net

 

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