
Los Ángeles, CA .- Alrededor de 1400 agentes del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) iniciaron esta madrugada el desalojo de los manifestantes del movimiento Occupy LA que se encontraban acampando en las inmediaciones del edificio del Ayuntamiento desde hace dos meses.
Aunque una gran mayoría de los manifestantes cedieron abandonar las tiendas de campaña, más de 200 protestantes fueron arrestados.
Activistas que representaban a los indignados pidieron a sus seguidores y a la policía que fueran pacíficos y evitaran cualquier tipo de violencia. Sin embargo, todavía hoy a las cinco de la mañana un pequeño grupo de Occupy LA no quería ceder y se mantenía arriba de un árbol, pero para las seis de la mañana ya habían sido bajados por las autoridades.
El alcalde Antonio Villaraigosa elogió las tácticas utilizadas por el LAPD y Charles Beck, jefe del LAPD que fue criticado por unos medios conservadores por no haber desalojado a los indignados el domingo al filo de la media noche, ahora manifestó su satisfacción por las estrategias utilizadas por su departamento.
“Iniciamos la relación con los miembros de Occupy LA desde hace dos meses y utilizamos lo menos posible de fuerza para desalojarlos. Todo fue parte de las tácticas que habíamos planeado”, expresó Beck hoy en la mañana.
Varias salidas de la autopista 110 y 101 fueron cerradas y se espera que los trabajos de limpieza continúen en las siguientes horas, por lo que se recomendó evitar el área, mientras que las autoridades colocaban paredes alámbricas alrededor del ayuntamiento para evitar que los indignados regresen.
Sin embargo, George Coffy, uno de los activistas y líderes del grupo dijo que han sido evacuados, pero el movimiento continúa y que utilizarán este momento para reunificarse y planear cual sería el siguiente paso, “El movimiento Occupy LA por ningún motivo ha terminado, más bien sigue creciendo”.
Desalojo.
Alrededor de las 10:00 PM la policía ya había cercado las calles aledañas al ahora llamado Parque de la Solidaridad impidiendo el paso de vehículos y de las personas que se acercaban a manifestar su apoyo a los “indignados”. Decenas de policías cercaron la zona e impidieron el acercamiento de los medios de comunicación.
Al filo de la medianoche, autobuses vacíos de Metro salieron del estadio de los Dodgers en donde horas antes se habían reunido elementos de LAPD para afinar las tácticas de desalojo.
Los manifestantes de Occupy LA estaban determinados al arresto si era necesario y no hicieron caso a las plegarias de concejales y las autoridades a abandonar los alrededores del ayuntamiento. “Si deciden ser arrestados, no opongan resistencia”, recomendó el concejal Bill Rosendahl.
Por la tarde el jefe de LAPD, Charles Beck, aseguró que el departamento a su cargo tenía todo bajo control en un campamento que, en menos de 24 horas, se redujo de 2,000 a 500 manifestantes. “Nadie debe hacerse ilusiones de que este es un signo de debilidad, incapacidad o falta de voluntad”, declaró a un diario local.
Los “indignados” de Los Ángeles, cuyas demandas son respaldadas por las minorías de California, según reveló ayer una encuesta, procuran dormir durante el día, teniendo claro que los desalojos en otras ciudades se han realizado durante la madrugada.
“Están tratando de correr poco a poco a la gente; esa es su táctica”, dijo Alex Ventura, residente de Whittier y quien ayer durmió menos de dos horas.
Para Dennis Zine, concejal y policía retirado, la única estrategia de evacuación que queda es por medio de la fuerza pública. “Les están dando la oportunidad de salir y los que no obedezcan serán forzados y conducidos a la cárcel”, dijo a La Opinión. “No hay otra opción”.
Sin embargo, está mañana, finalmente las tácticas pacíficas del LAPD dieron resultado ya que no se reportó ningún incidente y los arrestos fueron hechos en forma pacífica.