El colmo de la ignorancia y la intolerancia de algunos latinos vs la AB-131

Yo me opongo a la medida AB-131 que firmó el gobernador de California y que no entrará en vigor en el 2013 porque la vamos a detener en las urnas. Esta ley  daría oportunidad de solicitar ayuda estatal  para ir a la universidad a los jóvenes que fueron traídos en forma ilegal a Estados Unidos.
No me importa si esos jóvenes tuvieron que vencer grandes retos simplemente para acabar su preparatoria o si se graduaron con honores, ¿eso qué? Aquí lo que importa es que son ilegales y que den gracias a Dios que les dimos educación hasta el 12vo. grado.
Ahora, si quieren, que aprovechen el inglés que les enseñamos en nuestras escuelas que pagamos con nuestros impuestos y que se vayan al país de donde vinieron y si quieren regresar a Estados Unidos que lo hagan bien, legalmente, que se esperen hasta que les toque su turno como todo buen inmigrante que llega a EEUU.
No quiero saber nada de que si los jóvenes son  estadounidenses porque crecieron aquí.  Eso es pura retórica de los que los apoyan, la realidad es que son I-L-E-G-A-L-E-S, no sé qué parte de esa palabra no entienden.
Partiendo de esta realidad cualquier argumento por dramático que sea es irrelevante.   Que les reclamen a sus padres ya que ellos fueron los culpables de traerlos violando las leyes de este país, nosotros ya bastante les ayudamos a educarlos con nuestros impuestos.
De todas formas, para qué quieren educación universitaria si no podrán trabajar cuando se gradúen. De qué nos sirve tener un grupo de estudiantes bien capacitados, que hablan inglés y son excelentes en lo que hacen si no van a poder ejercer su profesión. ¿O qué? ¿También van a querer que les demos la residencia en un futuro?
Solo eso me faltaba, que pidan que les demos la residencia para que le roben un puesto de trabajo a un verdadero estadounidense.  Eso es totalmente injusto.
Como injusto es que ahora quieren que les paguemos su educación universitaria.  Esto significa que muchos alumnos nacidos aquí no podrán ir a la universidad porque nosotros como sociedad decidimos darle oportunidad a los que no nacieron en el país, a los que violaron la ley  y a quienes no sólo piden sino que demandan que les ayudemos.
Que descaro. Desafortunadamente eso sucede  sólo en América, gracias a la libertad de expresión que nosotros valoramos tanto y respetamos.  Pero si ellos hicieran en su país de origen lo que hacen aquí, ya los hubieran encarcelado, pero aquí nuestras leyes les dan oportunidad que se expresen, pero que no se aprovechen porque ellos no pueden tener los mismos derechos que mis hijos que nacieron aquí.
Yo estoy en contra de la inmigración ilegal aunque soy inmigrante. Yo vine legalmente a este país, a mí nadie me ayudo y si yo respeté las leyes, todos deberían hacer lo mismo.
Es por eso que ahora apoyo al asambleísta Tim Donnelly, del distrito 59 de California que está reuniendo firmas para llevar esta medida a votación y rechazar la AB-131. Queremos que las personas decidan por ellos mismos ya que nuestro gobernador prefiere ayudar a los ilegales que a la gente que voto por él.
Estoy seguro que la ley se revertirá, acuérdese de la 187, tuvo que ser detenida en la corte, pero la mayoría de la gente la aprobó y esa ley impedía que estos jóvenes que ahora se graduaron fueran a la escuela y tuvieran servicio médico.  Estoy seguro que esa misma gente que voto en esa ocasión ahora también revertirá el Acta de los  Sueños.
Estos argumentos del porqué nos oponemos a la medida AB-131 fueron sacados de pláticas que he tenido con latinos, inmigrantes que no apoyan a los estudiantes del Acta del Sueño.
Algunos de ellos llegaron jóvenes a EU y nunca se graduaron de la Universidad, o sea que no aprovecharon el sueño americano y por eso ahora quieren evitar que hasta un inmigrante que en un momento no sabía inglés y sin documentos, pero con muchas ganas de  superarse pueda contribuir más a la sociedad que tanto defienden, dejándolos atrás porque ellos no se superaron.
Otros fueron latinos que tienen poco o ningún nexo cercano con la inmigración en su familia y simplemente desconocen la realidad de estos jóvenes y lo único que buscan, es que se cumplan las leyes, aunque éstas sean injustas para muchos, pero mientras no les afecten a ellos todo está bien.
Por último, hay personas que simplemente salieron huyendo de su país en busca de un mejor futuro  y ahora que son ciudadanos, critican los aspectos negativos de la inmigración latina porque representan los valores de los países de los que escaparon.
Además,  el hecho que muchos de los padres de los estudiantes del Acta del Sueño no hayan aprendido inglés, no se adapten a la sociedad y  según ellos, simplemente vienen a tener hijos y a vivir de los programas de bienestar social como el Walfare, eso  les da más razones para creer en lo que pregonan.
Por otro lado, en su lucha por llevar la AB-131 a las urnas, el asambleísta Donnelly argumenta que si California ayuda a los jóvenes a ir a la universidad lo único que estamos haciendo es premiar la inmigración ilegal y más inmigrantes cruzarán la frontera, atraídos por la noticia de que en California pagan la educación de los niños, no solo hasta preparatoria, sino a nivel universitario también.
Además, reconoce que California necesita inmigración, pero legal y califica a la AB-131 como un robo a los estudiantes estadounidenses porque posiblemente muchos no podrán ir a la universidad  porque no califican para las becas del estado, mientras un estudiante sin documentos será apoyado.
De acuerdo al Departamento de Finanzas de California se estima que unos 2,500 estudiantes podrán calificar para las becas estatales como resultado de la nueva ley a un costo de 14.5 millones de dólares lo que significa el 1% del total de dinero disponible para el resto de los residentes.
Desafortunadamente, los argumentos del asambleísta tienen más peso antagónico contra un grupo que el hecho de querer defender  a los jóvenes nacidos en EU o ayudar a la sociedad que representa.
El utilizar palabras como injusticia y robo a los jóvenes estadounidenses, además de convertir  un acto de ayuda en  premiación de un crimen,  como el haber sido traído por sus padres en forma ilegal a este país no tiene otro objetivo que manipular a la sociedad que no lee  y que tiene miedo hasta del grupo más vulnerable y débil que compone este gran país.

Desafortunadamente estos  grupos que se oponen a la AB-131 no ven o no quieren ver que estos jóvenes que piden una oportunidad para salir adelante representan lo que es ser un verdadero estadounidense.

Ellos hablan inglés, se han sacrificado para lograr sus metas como graduarse de la preparatoria hasta con honores, y están dispuestos a servir a la patria, en otras palabras, a dar su vida por esta nación  con tal de que se les permita ir a la escuela. ¿Qué más sacrificio se les puede pedir?
Estos estudiantes son personas con carácter, con sueños de superación y que han probado que pueden alcanzar grandes logros, sin importar los retos que tengan enfrente y eso es un verdadero estadounidense, la persona que a pesar de todos los pronósticos lucha y no se cansa, aunque muera en el intento.
Debemos de reconocer que actualmente vivimos una crisis educativa en el país donde el 50% de los estudiantes no termina ni siquiera la preparatoria.  En estos momentos de crisis lo que necesita el estado es más gente educada, gente profesionista que lleve y contribuya a la sociedad a otro nivel y no con  el conformismo que muchos de sus opositores representan, totalmente antagónicos a los verdaderos valores de esta gran nación
Agustín Durán ha sido periodista en Los Ángeles por 15 años y actualmente es editor de Latinocalifornia.com

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