Los indeseados

“Es difícil hacer a un hombre miserable mientras sienta que es digno de sí mismo”.

Abraham Lincoln

 

 

 

 

Fue doloroso ver ese inmenso valle de espaldas dobladas y manos indocumentadas trabajando férreamente la tierra y sus frutos en el fértil y afamado Valle de Salinas, California, cuando lo visité para hacer un reportaje hace unos meses.“¡Qué gran impostura y qué gran hipocresía!”, decía para mis adentros; producen ellos y ellas con su vigor y sacrificio el 80 % de los vegetales  y de algunas frutas que se consumen en las mesas del pueblo estadounidense, siendo blanco al mismo tiempo  de imputaciones , ataques y persecuciones  que se nutren en mayor o menor grado de prejuicio, ignorancia , racismo, aversión, paranoia y hasta de odio.

 

 

Entre la fecundidad de esa tierra prodigiosa y de quienes la trabajan, tenía ante mis ojos un  campo de batalla más de la perpetua guerra  mundial contra los débiles, que en Estados Unidos tiene un precedente siniestro. En su libro “War Against The Weak” (La guerra en contra de los débiles), el premiado periodista de investigación estadounidense Edwin Black conecta los crímenes de los nazis con el movimiento llamado eugenesia, que durante las primeras seis décadas del siglo XX  pretendió en Estados Unidos la creación de una raza superior y la eliminación de los “indeseados” .

 

 

Black  concluye que la aplicación de la ideología racista nazi fue, de hecho, importada de Estados Unidos,  donde en esos años, cientos de miles de estadounidenses  y un número indeterminado de extranjeros seleccionados por su origen nacional, raza o religión, tenían prohibido casarse, fueron esterilizados a la fuerza, internados injustamente en instituciones de salud mental donde murieron en gran número. Se basaron para ello en una nebulosa amalgama, explica Black, de información falsificada, de suposiciones y conjeturas  perversas, construyendo lentamente una infraestructura burocrática y jurídica  nacional para limpiar a Estados Unidos de gente “defectuosa” e  “inadecuada”  tales como pobres  de raza blanca, inmigrantes de Europa del sur y del este, negros, judíos, mexicanos, indios  americanos , epilépticos, alcohólicos, enfermos mentales y todo aquel que no se asemejara al ideal racial nórdico, rubio y de ojos azules glorificado por el movimiento de la eugenesia que empezó en sus laboratorios de Long Island y terminó en los campos de concentración de la Alemania nazi .

 

 

En el contexto de lo que acontece hoy en la guerra declarada contra los inmigrantes indocumentados  en Estados Unidos, hay datos que nos refieren inequívocamente a la mentalidad de la eugenesia . El  senador republicano estatal de Arizona Russel Pearce, por citar un caso muy actual,  famoso por escribir en un correo electrónico : “ el cuento del holocausto judío” y en otro párrafo sobre la necesidad de “parar la inundación de extranjeros no blancos que cruzan la frontera” y  quien también fue grabado abrazando a un neo-nazi, fue la persona que introdujo la  radical ley SB1070 al legislativo estatal. Pero el hombre que  se ha atribuido la redacción original de la misma es Kris Kobach, quien en su campaña para secretario de estado en Kansas  se promovió así en su página web :“ Kobach wins one in Arizona”, (Kobach gana una en Arizona). Kobach ha sido abogado de Immigration Reform Law Institute, el brazo legal de la organización Federation for American Immigration Reform, FAIR, fundada en 1979 por John Tanton  quien escribió: “Gobernar es poblar. ¿La mayoría actual entregará pacíficamente su poder político a un grupo simplemente porque éste es más fértil? Mientras los blancos ven declinar su poder y el control de sus vidas,  ¿se conformarán con desaparecer silenciosamente en la oscuridad o habrá una explosión?”.

 

 

FAIR ha recibido, según varios reportes publicados, más de un millón de dólares de financiamiento de una organización llamada Pioneer Fund,  que se describe a sí misma como un grupo formado en la tradición evolutiva de Charles Darwin y de Francis Galton , considerado este último el padre de la eugenesia por impulsar la aplicación de la selección artificial del ser humano para mejorar la raza. Durante los últimos 70 años, el Pioneer Fund ha financiado controvertidas investigaciones sobre raza e inteligencia con el propósito de demostrar “la superioridad de la raza blanca”. El mandato original del grupo era promover los genes de aquellos que pudieran ser considerados  descendientes de las personas blancas  que se asentaron en las primeras trece colonias antes de que se adoptara la Constitución.

 

 

Existen muchas otras evidencias de los vínculos actuales  entre la perspectiva alucinante de la eugenesia  encarnada en grupos o personas y la guerra desatada contra los inmigrantes indocumentados utilizados como chivos expiatorios para ocultar las verdaderas causas de la catástrofe económica y social que estamos contemplando dentro y fuera de los Estados Unidos. Los indocumentados no son la voz del problema que hay que silenciar, son el eco, no son causa, sino  efecto,   en sus países de origen y fuera de ellos, donde el maridaje entre las oligarquías nacionales e internacionales  y su congénita  imposición de prácticas  económicas deshumanizadoras, les redujo al mínimo la opción de oportunidades y de una plena  libertad para echar mano de herramientas que les permitan ser los orgullosos  arquitectos de su propio destino y por eso es aberrante criminalizarlos, culparles , odiarles, como perverso es considerar la opción eugenésica que sigue viva en no sé cuántas  mentes perturbadas y con delirios de grandeza.

 

 

 

**Rubén Luengas es el conductor del programa noticioso “En contexto” de Telemundo y  del programa de radio “Contragolpe” de KPFK.

 

 

 

 

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