Este es el año para legalizar a millones

Frank Sharry*

La presentación de la “Ley de Sueño y Promesa Estadounidense” y la “Ley de Modernización de la Fuerza Laboral Agrícola” toma impulso

A continuación compartimos un comunicado de Frank Sharry, Director Ejecutivo de America’s Voice, en respuesta a la presentación de dos piezas cruciales de legislación migratoria: el American Dream and Promise Act (Ley de Sueño y Promesa Estadounidense) y Farm Workforce Modernization Act (Ley de Modernización de la Fuerza Laboral Agrícola).

El pueblo estadounidense está listo para una acción decisiva que coloque a los inmigrantes indocumentados en un camino a la ciudadanía. Los demócratas en el Congreso están listos. El presidente Biden y la vicepresidenta Harris están listos también. Y la mayoría de la juventud inmigrante, los beneficiarios de TPS, trabajadores agrícolas y otros inmigrantes indocumentados están listos por igual. Este es el año para legalizar a millones de ellos. La falta de acción no es una opción. La victoria está a la vista.

Que no exista duda. La propuesta del presidente Biden de crear un mapa de ruta para obtener la ciudadanía para 11 millones de inmigrantes indocumentados establecidos en Estados Unidos, liderada por el senador Bob Menéndez (D-NJ) y la representante Linda Sánchez (D-CA), es nuestra meta. El contenido y el sentimiento detrás del proyecto de ley de Biden y otras propuestas para poner a millones en una vía a la ciudadanía es muestra de un Estados Unidos lleno de confianza, de optimismo y con una visión de futuro. Esto contrasta con la visión desalmada, de miedo y odio impulsada por Trump y por un Partido Republicano enormemente disminuido e implacable.

No dejaremos de luchar hasta que las muchas y excelentes disposiciones del proyecto de Biden sean convertidas en ley, y creemos que nuestra mejor estrategia para legalizar a millones este año es ir tan lejos como podamos, tantos como podamos y tan rápido como podamos. Al lograr un avance significativo este año para millones, creemos que tomaremos impulso y lograremos el suficiente poder para lograr la libertad de los 11 millones en el futuro cercano.

Es por ello que nos complace que la Cámara de Representantes esté enviando proyectos de ley al pleno en marzo. Según entendemos, la Cámara llevará a cabo votaciones en al menos dos medidas que fueron aprobadas en el pasado Congreso —la Ley de Sueño y Promesa, que incluye a unos 3 millones de jóvenes inmigrantes y beneficiarios de TPS, así como la Ley de Modernización de la Fuerza Laboral Agrícola, que legalizará a mؘás de 1 millón de campesinos. Al aprobar estas medidas en marzo se generará un impulso para que el Senado actúe, mientras prepara un paquete de empleo e infraestructura. Es nuestra intención que el paquete del Senado incluya la legalización de la juventud inmigrante, beneficiarios de TPS, trabajadores agrícolas y otros empleados esenciales.

La Ley de Modernización de la Fuerza Laboral Agrícola tiene el apoyo de estados republicanos agrícolas clave, así como demócratas pro inmigrantes de gran trayectoria, lo cual representa un extraño rayo de luz bipartidista en un Congreso típicamente partidista. Tanto los productores como las organizaciones laborales apoyan una legislación que finalmente aborde el esatus legal de la gente que alimenta a Estados Unidos, la cual carece de estatus migratorio legal, pero que literalmente mantiene a cada estadounidense diariamente. Los trabajadores agrícolas y sus familias son indiscutiblemente vitales para Estados Unidos, por lo que nuestras leyes deben reflejar eso.

Ningún proyecto de ley es perfecto. Hay disposiciones en ambos documentos que son motivo de preocupación. Por ejemplo, la Ley de Sueño y Promesa incluye cláusulas inquietantes que excluirán de una vía al estatus permanente a algunos de quienes hayan tenido incidentes menores con un sistema de justicia penal duro y discriminatorio. Estas exclusiones adicionales deben ser sacadas del proyecto de ley o al menos ser mejoradas a medida que avanza la legislación.

Para el pueblo estadounidense, legalizar a millones de inmigrantes indocumentados profundamente arraigados al país es un debate resuelto. Los inmigrantes indocumentados son parte de familias —con frecuencia familias de estatus mixto— que trabajan, viven y participan en nuestros vecindarios, escuelas, instituciones religiosas y comunidades. Extenderles los derechos laborales, civiles y políticos que los coloquen en igualdad de condiciones respecto de sus conciudadanos estadounidenses es un deber largamente postergado.

La presentación de la Ley de Sueño y Promesa y la Ley de Modernización de la Fuerza Laboral Agrícola, así como la votación que se espera en la Cámara de Representantes este mes son exactamente los pasos adecuados para lograr un avance significativo este año. Es tiempo de que los inmigrantes indocumentados sean formalmente reconocidos como los estadounidenses que ya son.

Una encuesta nacional de la Universidad Quinnipiac dada a conocer en febrero encontró que:

  • Por un margen de 83-12%, los estadounidenses apoyan la ciudadanía para los Dreamers, descrito en la encuesta de Quinnipiac como “permitir a los inmigrantes indocumentados que fueron traídos a Estados Unidos durante su infancia que se queden en el país y posteriormente solicitar la ciudadanía”.
  • Los republicanos consultados apoyan la ciudadanía para los Dreamers por un margen de 66-30%. La encuesta Quinnipiac encontró que el apoyo es de 99% de los demócratas consultados, 83% de independientes y 66% de republicanos.


Un grupo de manifestantes porta una manta en la que se lee: “Necesitamos una reforma migratoria justa. Déjennos ser parte del sueño americano”. Foto: Tomada de internet.

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