
Vilagarcía de Arousa (EFE).- El cártel de Sinaloa, dirigido por Joaquín “El Chapo” Guzmán, pretende hacerse con el control del mercado europeo de cocaína y desplazar así a los grupos colombianos, advirtió el responsable de un grupo especializado de la Policía Judicial española, Eloy Quirós.
Según Quirós, jefe de la Udyco (siglas de unidad de lucha contra la droga y el crimen organizado), hay indicios de que el cártel de Sinaloa pretende llevar a cabo una estrategia parecida a la aplicada en Latinoamérica.
Quirós afirmó que el pasado agosto, Udyco en colaboración con la Policía federal estadounidense llevó a cabo una operación en la que lograron “intervenir el barco en el que venían cuatro miembros del clan del Chapo Guzmán”.
“Creemos que era el primer intento de meter cocaína en Europa”, indicó el jefe de esa unidad especializada, que sospecha que ese cártel, cuyas ganancias indicó que son comparables a las de la célebre firma de redes sociales estadounidense Facebook, trata de penetrar en el mercado europeo.
Aseguró que debido a la “presión” a la que están expuestos los miembros de ese cártel en México y Estados Unidos, era previsible que pretendieran “intentar hacerse con el mercado en Europa”.
Apuntó que la tradicional vía marítima de transporte de la droga parece haber sido la fórmula que intenta utilizar ese cártel para introducirse en Europa, como muestra el último alijo intervenido, ya que “los tripulantes que iban a bordo eran de origen búlgaro”.
“Eso no quiere decir que hayan desplazado a los gallegos, ni mucho menos”, indicó Quirós, quien sospecha que en esa operación la cocaína fue lanzada al mar en fardos en una zona del Caribe y capturada en un barco nodriza con tripulantes de Bulgaria, otros países de Europa oriental y hasta africanos que se encargaron de transportarla para llevar a aguas europeas.
“Por último intervienen las lanchas y los gallegos hacen la última fase, y en ocasiones las dos”, dijo en alusión a la operación de transporte a la costa y por carretera, hasta su penetración en el mercado clandestino de la droga.
Según cálculos de la Udyco, los “narcotransportistas” se quedan del 8 al 12 % del alijo en concepto de comisión, aunque puede llegar al 20 % si la cocaína es colocada en Madrid, dependiendo del riesgo que afronten.
“Los colombianos siguen siendo los socios de los gallegos y saben que la presión ejercida en España y Portugal es grande. Por eso la ruta marítima estuvo paralizada un tiempo, pero en el último alijo intervenido los sudamericanos eran conocidos”, comentó Quirós.
Asimismo, el refuerzo de la vigilancia policial llevó a los narcotraficantes a utilizar contenedores que descargaban bien en puertos españoles o, sobre todo, en los de holandeses de Rotterdam y Amsterdam o en el alemán de Hamburgo, e incluso a usar veleros con cantidades inferiores, añadió.
También apuntó que para superar los controles, las redes de narcotraficantes establecieron puntos de almacenamiento de droga en puertos de África como escala para luego introducir la cocaína en Europa, aunque eso llevó a “duplicar el riesgo”.
Otra estrategia utilizada por los narcotransportistas gallegos, al ver reducida su actividad, fue “trasladarse al sur o a Marruecos y trabajar en la introducción de hachís por Portugal o algún otro país europeo”.
Asimismo, los narcotraficantes colombianos llegaron a probar métodos más sofisticados como la utilización de pequeños submarinos, comentó el jefe de Udyco, quien subrayó que en Europa sólo llegaron a detectarse “sumergibles que navegan casi en la superficie del agua con poca autonomía”.
Quirós destacó que la colaboración con brigadas contra la droga de Estados Unidos, el Reino Unido o Bulgaria ha permitido en los últimos años decomisar grandes cantidades de cocaína y “desarticular los grupos de transportistas y sus colaboradores”, hasta el punto de que “los líderes importantes de Galicia han caído. Algunos están en prisión con largas condenas”, concluyó.