Estudio encuentra rezago educacional en los hijos de inmigrantes sin documentos

Por Agustín Durán.

El mismo informe muestra la necesidad de ayudar a las familias a legalizarse y la diferencia de los estudiantes que hay entre los padres con y sin documentos.

Los Ángeles, Ca.- Martha Huerta, originaria de Morelia Michoacán, dijo no estar convencida de que los hijos de padres sin documentos  llegan más lejos que los hijos con padres con residencia.  Su hija está a punto de graduarse con honores  de la preparatoria Freeman en Los Ángeles y uno de sus principales estímulos que tiene es dar un futuro mejor a sus padres que no tienen documentos.

“Ella quiere ser doctora y aunque sabe que no tiene documentos, tiene mucha motivación  y está determinada a terminar su carrera”, explicó su madre, quien en México estudió hasta el noveno grado y lleva 13 años viviendo en EU en la espera de una reforma migratoria.

El estudio de la Universidad de Irvine (UC) subraya que los alumnos con padres sin documentos alcanzan un promedio de 11 años de estudio o sea que no terminan la preparatoria, cuando sus contrapartes, alumnos con padres con documentos alcanzan hasta 13 años de escuela, en otras palabras, que van al colegio, pero no lo terminan.

La investigación fue iniciada en el 2004 con 4,780 hijos de inmigrantes en cinco regiones del área metropolitana de Los Ángeles, de los cuales 45%  de los 1,350 padres de México no tenía documentos.

Frank Bean, profesor y uno de los autores del estudio explican que las razones principales de los resultados son las tremendas desventajas que provienen de los padres que en muchos casos no tienen una  estabilidad social y económica,  y en muchos casos los hijos se ven forzados a trabajar a temprana edad.

Se estima que actualmente viven en Estados Unidos  3.8 millones de alumnos con padres sin documentos, de los cuales el 80% nació en Estados Unidos.

Los autores subrayan los resultados son una muestra de la importancia de ayudar a las familias a legalizar su estado migratorio para estabilizar su futuro ya que la deportación de los supuestos 11 millones de personas sin documentos es totalmente irreal.

“Necesitamos el trabajo de estas personas, pero no hemos podido solucionar el cómo regular su estado legal y hacerlos miembros de la sociedad”, explicó Bean. “Esto quiere decir que estamos produciendo una generación en desventaja y con necesidades especiales”.

“Si no les proveemos un camino a la legalización, Estados Unidos no sólo está  arriesgando crear una subclase trabajadora, pero al mismo tiempo está fallando en desarrollar un recurso humano muy importante”, expresó el autor.

Sin embargo, cuando la palabra legalización o amnistía se escucha hay un grupo conservador que se opone y no le importan las consecuencias o beneficios que pudiera tener dicho acto, pero simplemente se opone y pide que las personas sin documentos  deben regresen de donde vinieron

La oposición es tal a una amnistía, que aunque los estudiantes prometan dar su vida en las fuerzas armadas, las personas que se oponen están renuentes.

La señora Huerta confía en que de aquí a que se gradúe su hija (cinco años más) surja algo en el congreso que permita a los estudiantes que si terminaron su carrera por lo menos ejercerla.

“Sería una desgracia que con todo y carrera a mi hija no la dejaran trabajar”, expresó la madre, quien aunque la lógica respalda al estudio, sigue creyendo que los alumnos con padres sin documentos llegan más lejos porque  tienen más razones para hacerlo.

 

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